"Una decisión presidencial mal tomada provoca sufrimiento a mucha gente", dijo el mandatario brasileño en un encuentro con pastores evangelistas en Brasilia
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contó que llora solo en el baño de su casa a raíz de las presiones diarias que enfrenta estando en el comando del país más grande de Latinoamérica y que lo hace escondido de su esposa.
«Cada día que pasa me convenzo de lo que hay que hacer. Pensar hacia donde debemos direccionar nuestra fuerza. Cuántas veces me voy a llorar al baño de casa. Mi esposa nunca me vio. Ella cree que soy el más macho de los machos. Y en parte tiene razón», dijo Bolsonaro en la noche del jueves en un encuentro con pastores evangelistas en Brasilia del grupo Comunidad de Naciones.
El ex capitán del Ejército vive con su esposa Michelle en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de Brasilia.
Bolsonaro explicó que ser presidente es diferente que ser un diputado, como lo fue durante 29 años.
«Siendo diputado, si voto mal, es un voto más de 513. Pero una decisión presidencial mal tomada provoca sufrimiento a mucha gente. Mueve la bolsa de valores, mueve el dólar, el precio del combustible», dijo Bolsonaro, quien dijo que cumple una «misión» para la cual lo ha colocado «Dios» en la presidencia.
El mandatario, que en 2018 contó con el apoyo masivo de las iglesias evangélicas, busca evitar perder ese electorado ante el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito en las encuestas para las presidenciales de 2022.
Bolsonaro espera una respuesta del Senado para la aprobación del exabogado del gobierno y su exministro de Justicia André Mendonça, pastor presbiteriano, al que candidateó como juez del Supremo Tribunal Federal, la máxima corte del país. «Siempre defendí tener un juez terriblemente evangelista», afirmó.
Bolsonaro alentó el fantasma de «comunismo y socialismo» ante los pastores en caso de un regreso del Partido de los Trabajadores y recordó que Fernando Haddad, a quien derrotó en las elecciones de 2018, fue ministro de Educación de Lula. «La gran diferencia es que hoy tenemos a un pastor en el Ministerio de Educación», Milton Ribeiro.
En el discurso, Bolsonaro dijo que determinará que en noviembre se terminen los aumentos de tarifas eléctricas determinados por el Ministerio de Minas y Energía a raíz de la sequía histórica que provocó la activación de centrales termoeléctricas porque los reservorios de la shidroeléctricas están saturados. «Ha vuelto a llover», dijo Bolsonaro, sin dar detalles sobre la política energética.