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Bolsonaro no retrocede: «Hay que trabajar, no podemos quedarnos hibernando»


El presidente de Brasil le dijo a los ciudadanos que salgan de las cuarentenas impuestas pos gobernadores para evitar "morir de hambre dentro de las casas". Además, mostró test de coronavirus que le dieron negativo

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presentó hoy como propios tres análisis con resultado negativo de coronavirus ante la máxima corte del país y pidió a la población que deje de «hibernar» y salga de las cuarentenas que impusieron los gobernadores para evitar «morir de hambre dentro de las casas».

Tras el pedido del mandatario se conoció que Brasil sumó 749 nuevas muertes y 11.385 nuevos infectados en las últimas 24 horas, lo que elevó el total a 13.149 fallecidos y 188.974 enfermos, según el Ministerio de Salud, que volvió a ubicar al estado de San Pablo como el epicentro del brote con más de 51.000 contagiados y de 4.100 víctimas fatales.

Mientras tanto, el gobierno revisó sus proyecciones económicas y estimó que 2020 cerrará con una caída de 4,7% del producto bruto interno (PBI) y el dólar a 5,90 reales, un récord histórico que refleja una devaluación que en lo que va del año alcanza a 47,6%.

El mandatario volvió a dominar la escena política y la discusión judicial en el país mientras gobernadores e intendentes debaten medidas a la espera del pico de la pandemia de coronavirus.

Los exámenes, hechos en marzo con seudónimo pero con el número de documento del presidente, fueron divulgados por orden del juez del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) Ricardo Lewandowski.

La primera de las pruebas fue realizada el 12 de marzo luego de que Bolsonaro regresara de un viaje a Florida, Estados Unidos, en el cual se contagiaron 23 funcionarios de la comitiva brasileña y algunos estadounidenses que estuvieron en el grupo del mandatario Donald Trump.

Ese primer análisis fue hecho bajo el nombre de Airton Guedes en el laboratorio privado Sabin, que trabaja con el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia. El número fiscal y el documento son los del presidente.

Un segundo test fue realizado el 17 de marzo, en medio de especulaciones públicas sobre el estado de salud del mandatario. El seudónimo elegido fue Rafael Ausgusto Alves da Costa Ferraz.

El tercer examen fue realizado en forma anónima, apenas con el número «05» en el instituto público Fiocruz, la Fundación Oswaldo Cruz, el principal centro de referencia epidemiológico.

Finalmente, los resultados de estas pruebas se hicieron públicos porque O Estado de Sao Paulo, el tercer diario más influyente del país, hizo un pedido formal ante la Justicia.

Sus abogados dijeron que fue una victoria de la «libertad de información» ante la negativa del presidente a dar a conocer los resultados.

El presidente redobló hoy la apuesta pese a los más de 13.149 muertos en Brasil por coronavirus y pidió a la población que salga a la calle a trabajar «y dejar de hibernar» para evitar «morir de hambre dentro de las casas», mientras se atrasan las compensaciones en dinero a la población que trabaja informalmente y carece de ingresos en la pandemia.

«El que no quiera trabajar que se quede en casa, mierda; que se quede en casa y punto final», dijo Bolsonaro al hablar en la puerta del Palacio de la Alvorada ante militantes de un movimiento llamado Brasil 300 que acampa en Brasilia y fue definido como una milicia civil para defender al gobierno.

En el marco de un torbellino judicial a raíz de la investigación del STF sobre Bolsonaro por obstrucción de la justicia e intento de manipulación de las investigaciones de la Policía Federal, el jefe del Estado volvió a defender el fin de la cuarentena y a chocar con gobernadores e intendentes que defienden el distanciamiento social.

«Hay millones de personas que no pueden trabajar en Brasil, el que puede que se quede, pero hay gente con cuatro hijos muertos de hambre, con la heladera vacía, es inhumano, hay que trabajar, no podemos quedarnos hibernando en casa», afirmó Bolsonaro.

En ese sentido alertó sobre un caos social a raíz del «hambre». «Llegará un punto en el que el pueblo con hambre saldrá a la calle, hay un pueblo pobre que quiere vender comida en la calle, en la playa, está desesperado», afirmó.