El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que «pedirá justicia» luego de sobrevolar este sábado la zona cubierta por un alud de barro provocado por el desmoronamiento de diques de una mina que contenía residuos minerales de la compañía Vale, en Brumadinho, en el estado de Minas Gerais, que dejó al menos 9 muertos y 345 desaparecidos. A bordo de un helicóptero, observó la situación en la localidad de 39 mil habitantes, parcialmente cubierta por el lodazal.
En su cuenta en Twitter, el presidente manifestó: «Haremos lo que esté a nuestro alcance para atender a las víctimas, minimizar daños, averiguar los hechos, cobrar justicia y prevenir nuevas tragedias como la de Mariana y Brumadinho, para el bien de los brasileños y del medio ambiente».
Se refirió así a la catástrofe ocurrida, también en Minas Gerais en 2015, cuando se rompieron dos represas de las empresas Vale y BHP Billiton, dejando 19 muertos y cuantiosos daños socio ambientales.
El mandatario también confirmó que aceptó la ayuda ofrecida por el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, para usar tecnología israelí en la búsqueda de personas desaparecidas.
Bolsonaro formó un comité de crisis integrado por varios ministros con los que se reunió en el Aeropuerto de Cofins, en Belo Horizonte, la capital de Minas Gerais, en el sudeste del país.
El presidente brasileño firmó el viernes un decreto y creó el Consejo Ministerial de Supervisión de Respuestas a Desastre, coordinado por el Ministro de la Casa Civil, informó el mismo Bolsonaro en su cuenta de Twitter.
«La finalidad es acompañar y fiscalizar las actividades a ser desarrolladas como consecuencia del desastre y acompañar las acciones de socorro, de asistencia, de restablecimiento de servicios esenciales afectados, de recuperación de ecosistemas y de reconstrucción», señaló en la red social.