El presidente del vecino país es investigado por la Corte Suprema por mentir sobre fraude electoral
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, investigado por mentir sobre fraude electoral por el Supremo Tribunal Federal, afirmó hoy que es «respetado por los militares», en el marco de su conflicto institucional con el máximo tribunal y por el cual amenazó con violar la Constitución, en una retórica golpista.
Fue en ese clima que Bolsonaro lanzó hoy nuevamente teorías conspiratorias sobre la salida de argentinos para vivir en Brasil, en el marco de un discurso en el cual agitó una suerte de fantasma del comunismo en Sudamérica si no vence su reelección en octubre de 2022.
«Miren a la Argentina, ya vemos que médicos están viniendo para acá, están haciendo la prueba de equivalencias. La cadena productiva está siendo estatizada y existe casi un confiscación para quien tiene dólares en los bancos», afirmó Bolsonaro ante empresarios en Joinville, estado de Santa Catarina, fronterizo con la provincia de Misiones.
El ultraderechista se encuentra en un raid mediático, de redes sociales y encuentros con seguidores luego de haber amenazado con un autogolpe y violar la Constitución para pedir el cambio del sistema electoral, tras verse derrotado en las encuestas ante el ex presidente y líder opositor Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT).
«No podemos creer en un comunista, en un socialista, porque él no va respetar la libertad de mercado. Nosotros tenemos cómo evitar eso, sin temer a nada, ni a la muerte. No esperen que un hombre decida por ustedes, pero hoy eso pasa por mi. Soy el principal eslabón de esta cadena. Si se rompe, no alcanzarán las balsas para ir hacia el norte o cruzar el Atlántico», afirmó.
El ex capitán tiene a 6.000 militares cobrando sueldos duplicados en la administración federal y cambió recientemente la cúpula de las tres fuerzas armadas porque los anteriores no compartían condenar las cuarentenas contra el coronavirus de gobernadores e intendentes.
El mandatario dijo que es el «único de los presidentes» recientes que cree en Dios y que «sólo Dios lo sacará de su cargo».
«Hoy tenemos un presidente que cree en Dios, que respeta y es respetado por los militares, que valoriza a la familia», dijo ante los empresarios, entre ellos el magnate Luciano Hang, de las tiendas Havan, investigado desde 2019 por participar de una supuesta red de financiación y diseminación de «fake news» que atentan contra la democracia y la Corte.
Bolsonaro redobló la apuesta contra el alto tribunal que lo investiga y dijo que «muchos quieren la vuelta de la corrupción y de la impunidad», en referencia a la posible victoria de Lula.
Lula, a su vez, está habilitado a participar porque le fueron anuladas las condenas en su contra en la Operación Lava Jato al determinarse que existió persecución política desde los tribunales del ex juez Sérgio Moro, también ex ministro de Bolsonaro.
El mandatario, en Joinville, defendió su modelo económico tras la media sanción en la Cámara de Diputados a la ley de privatización de la empresa de correos.
El ultraderechista fue incluido por el juez supremo Alexandre de Moraes por diseminar noticias falsas y 11 delitos, entre ellos atentar contra el poder público, a raíz de sus insultos a la corte electoral para denunciar fraudes en las recientes elecciones.
Esas denuncias alcanzan incluso los comicios de 2018 en los que venció a Fernando Haddad, del PT, reemplazante del entonces encarcelado y proscripto Lula.