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Bolsonaro continúa internado, pero evoluciona «de forma satisfactoria»


"Se mantiene el plan terapéutico previamente establecido. El presidente continúa sin una previsión de alta hospitalaria", añadieron los profesionales

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, evoluciona «de forma satisfactoria» tras ser internado ayer en San Pablo por una obstrucción intestinal, informaron hoy fuentes médicas.

Bolsonaro «sigue internado en el hospital Vila Nova Star, evolucionando de forma satisfactoria, desde el punto de vista clínico y de laboratorio», informó en un boletín su equipo médico. Por ahora no tienen previsto darle el alta, pero tampoco practicarle una cirugía.

«Se mantiene el plan terapéutico previamente establecido. El presidente continúa sin una previsión de alta hospitalaria», añadieron los profesionales.

Jair Bolsonaro fue internado en Brasilia por dolor abdominal

Bolsonaro, de 66 años, fue hospitalizado ayer de emergencia en Brasilia para investigar las causas de un dolor abdominal agudo y un hipo persistente, que ya duraba más de diez días.

En el Hospital de las Fuerzas Armadas (HFA) de la capital le detectaron una «obstrucción intestinal», por lo que su médico decidió trasladarlo a San Pablo para someterlo a más exámenes y evaluar la posibilidad de una cirugía de emergencia.

Uno de sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro, informó hoy en un video publicado en Telegram que al mandatario le retiraron «cerca de un litro de líquido» acumulado en el estómago debido a la obstrucción y que esto alivió considerablemente su dolor.

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Según reveló otro de sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro, el mandatario «llegó a ser intubado por precaución» cuando ingresó a una unidad de cuidados intensivos en Brasilia.

Desde que fue apuñalado en el abdomen durante un mitin electoral en septiembre de 2018, Bolsonaro pasó por cuatro cirugías relacionadas con el ataque o sus secuelas.

La actual internación se da en un contexto de crisis política y de erosión de su popularidad, con sospechas de corrupción en contratos negociados por su Gobierno para adquirir vacunas contra la Covid-19, que ya dejó casi 540.000 muertos en el país.