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Bolsonaro califica de «propaganda» a la vacunación infantil y omite datos de muertes de niños


El mandatario brasileño criticó a la agencia reguladora de su país que autorizó la inmunización de menores de entre 5 y 11 años

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aseguró hoy que la vacunación de los niños contra la Covid-19 es una «propaganda», por la cual los padres no deben dejarse llevar, al fustigar nuevamente a la agencia reguladora de su país que autorizó la inmunización de menores de entre 5 y 11 años, y tergiversó las estadísticas de muertes de los chicos en la pandemia para argumentar su posición.

También el mandatario, que insiste en no vacunarse y en no autorizar la vacunación a su hija de 11 años, tal como lo determinó su propio Ministerio de Salud, calificó de «pervertidos por la vacuna» a las personas que le reclamaban la vacunación de los niños.

En una entrevista con TV Nova Nordeste, de Pernambuco, el mandatario repudió la luz verde dada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) el 16 de diciembre para vacunar con Pfizer a los menores de 11 años y reglamentada el miércoles por el Ministerio de Salud.

«Le digo a los padres que Pfizer no se hace cargo de efectos colaterales. La propia Anvisa dice que el niño que recibe la vacuna puede sentir falta de aire. Yo les pregunto a ustedes si conocen algún niño de 5 a 11 años que haya muerto por Covid. Yo no conozco», dijo Bolsonaro, obviando el dato de que ya han fallecido 301 chicos de esa franja etaria por la pandemia, según datos oficiales.

E insistió: «¿Usted, padre, va a vacunar a su hijo contra algo que es joven por sí solo, que siendo infectado por el virus la chance de morir es casi cero? ¿Qué está por detrás de eso? ¿Cuál es el interés de Anvisa con la vacuna? ¿Cuál es el interés de personas pervertidas por la vacuna? Les pido a los padres que no se dejen llevar por la propaganda. Conversen con sus vecinos, porque muchos niños tuvieron Covid y no les pasó nada», afirmó.

Bolsonaro pidió que no lo llamen negacionista ya que el mismo compró las dosis para el Ministerio de Salud pero se opuso a sus propias políticas públicas, con las dudas que está colocando en la vacunación infantil.

El excapitán del Ejército había amenazado con divulgar los nombres de los directivos de Anvisa que liberaron la vacunación infantil, un caso en el cual está interviniendo la Policía Federal debido a las amenazas de muerte que gente alineada con la ideología de ultraderecha del mandatario han lanzado contra estos profesionales elegidos por concurso público.

Brasil debe recibir hasta marzo unos 20 millones de dosis de Pfizer y el primer lote llegará el 13 de enero, motivo por el cual Rio de Janeiro se adelantó y agendó para el 17 de enero el inicio de la vacunación de los niños de 11 años.

El ultraderechista, que había dicho que la pandemia era una «gripecita» y que «debían morir los que tienen que morir», se niega a vacunarse bajo el argumento de que ya tuvo Covid-19, aunque decretó un secreto de Estado de 100 años de su libreta de vacunación.

Pese a que Brasil tiene un sistema único de salud que es el encargado de la vacunación -la inmunización completa llegó al 67% de la población y el 75% recibió una dosis- la primera dama, Michelle Bolsonaro, fue a vacunarse a Estados Unidos, durante el viaje del mandatario a Nueva York, en setiembre último.

Bolsonaro interrumpió sus vacaciones en la playa de Santa Catarina luego de haber sido internado de urgencia el lunes de esta semana por una obstrucción intestinal por comer camarón sin una correcta masticación.

El mandatario posee problemas en su sistema digestivo -motivo de cuatro cirugías- luego de haber sido objetivo de un atentado con cuchillo el 6 de setiembre de 2018, durante la campaña electoral que lo llevó a la jefatura del Estado