El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, fue invitado este miércoles a participar de la cumbre del G20 en Buenos Aires por el mandatario saliente, Michel Temer, luego de que ambos comenzaran la transición hacia el nuevo gobierno, tras lo cual anunció el fin del Ministerio de Trabajo y el cierre de algunas embajadas «ociosas».
El encuentro que marca la cuenta regresiva al 1 de enero para el gobierno de Bolsonaro incluyó el pedido de Temer para que el ex militar lo acompañe a Buenos Aires a la cumbre del Grupo de los 20, el 30 de noviembre, lo cual alimentó más la imagen de una posible alianza entre estos dos dirigentes en el futuro.
Es que Bolsonaro dejó la puerta abierta para tener en Temer por lo menos un consejero: «A partir del año próximo le pediremos que nos atienda también, Brasil no puede perder el conocimiento de aquellos que pasaron por la presidencia», dijo Bolsonaro en su discurso en el Palacio del Planalto.
Temer entregó en una ceremonia breve un libro con las informaciones de su gestión (2016-2018) dando inicio a las gestiones de la transición, para la cual el gobierno de Bolsonaro designó a 27 personas, encabezadas por su futuro jefe de gabinete, Onix Lorenzoni.
«Invité a Bolsonaro a hacer viajes al exterior, mencioné el G20 pero veremos si el puede», dijo Temer al lado del presidente electo en el Palacio del Planalto.
La invitación de Temer a viajes internacionales que quedan hasta el 1 de enero, día de la asunción, no fue respondida ni confirmada por Bolsonaro, que sin embargo dijo que hay coincidencias en asuntos comunes.
Si bien no fue citada, ambos dirigentes conversan sobre la posibilidad de aprobar antes de fin de año una enmienda constitucional en el Congreso para impulsar la reforma jubilatoria, uno de los principales proyectos del ex capitán.
Bolsonaro visitó hoy el Supremo Tribunal Federal y a su llegada fue recibido por algunos seguidores y también por críticos, uno de los cuales, en la trompeta, tocó la canción partisana italiana Bella Ciao, popularizada recientemente en la serie de Neflix «La Casa de Papel».
Durante su gira por la capital, visitando a las altas cortes antes del Palacio del Planalto, Bolsonaro confirmó que rebajará el Ministerio de Trabajo, tras 88 años de existencia, a una secretaría que será absorbida por «algún ministerio», dijo, que puede ser Economía o una cartera hipotética de Producción.
El anuncio sobre el cese de la cartera laboral recibió un comunicado del actual ministro saliente, Caio Vieira de Mello, quien destacó que hace 88 años el Ministerio de Trabajo fue creado para «armonizar las relaciones entre el capital y el trabajo».
Tras almorzar en el Supremo Tribunal de Justicia, flanqueado por su futuro ministro del área de seguridad, el juez federal Sérgio Moro, Bolsonaro confirmó que se extinguirá Trabajo.
Es que el ex militar ultraderechista está reuniendo diversas secretarias en ministerios para reducir la cantidad de carteras de las actuales 29 a las proyectadas 16.
Otro tema para reducir el gasto público fue el «cierre de embajadas ociosas», una respuesta a las 44 abiertas durante la gestión de Luiz Inácio Lula da Silva, 19 de ellas en Africa.
Pero también durante la gira y el contacto de la prensa estaba vivo el tema del cambio de la embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén, anunciado por Bolsonaro en sintonía con el estadounidense Donald Trump y el gobierno de Benjamin Netanyahu.
Egipto canceló una visita oficial brasileña para esta semana a causa de la mudanza, mientras que en el frente brasileño varios aliados de Bolsonaro, productores rurales, temen que el mundo árabe frene sus compras de carnes especiales brasileñas.
Bolsonaro también abrió un nuevo frente al comentar que «está en estudio» la continuidad de la embajada palestina en Brasilia, dando a entender que su gobierno le restará el reconocimiento al Estado palestino.