Se trata del penal de Palmasola, ubicado en la ciudad de Santa Cruz, donde se detectaron 96 casos entre los 500 internos
La cárcel de Palmasola, la más grande de Bolivia, fue intervenida por los servicios nacionales de salud y puesta en aislamiento total de forma indefinida a causa de un severo brote de coronavirus, informó hoy el Gobierno.
«Debido al incremento de contagios, se ha decidido cerrar las puertas a las visitas de manera indefinida. Vamos a seguir haciendo las pruebas correspondientes, se tienen que establecer cordones de protección», expresó el ministro de Salud, Jeyson Auza, citado en un boletín oficial.
En el penal, ubicado en la ciudad de Santa Cruz, se detectaron 96 casos entre los 500 internos sometidos a pruebas desde el pasado fin de semana, precisó Auza, mencionado por la agencia de noticias Sputnik.
El funcionario dijo que los servicios nacionales de salud intervinieron la cárcel debido a que la gobernación regional, que por ley maneja la política sanitaria de esa jurisdicción, no ha cumplido su obligación.
En Palmasola, según informes oficiales recientes, hay unos 5.500 presos, que cuadruplican la capacidad oficial del recinto, conocido por frecuentes motines y disputas violentas entre grupos de reos, varios de ellos ligados al narcotráfico.
Por otra parte, el ministro remarcó que el Gobierno envió personal médico y materiales extraordinarios a Palmasola, donde las visitas y otras actividades de contacto con el exterior se mantendrán suspendidas «el tiempo necesario hasta controlar el brote».
Santa Cruz es el departamento más golpeado por la enfermedad, y concentra más de la mitad de los casos reportados en la actual cuarta ola que se inició a fines de octubre.
Bolivia registra 529.000 infectados y 19.062 muertes desde el inicio de la pandemia, según los últimos datos oficiales.
La situación se vio agravada después de que días atrás los médicos se declararan en «emergencia por falta de insumos.