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Elecciones sin final

Bolivia: el escrutinio final avanza lento y por ahora se avizora un balotaje


Después de una noche de protestas opositoras y cuestionamientos al recuento electoral, el Tribunal Superior Electoral de Bolivia reanudó hoy el escrutinio oficial e informó que, con el 94,05% escrutado, el presidente Evo Morales obtenía un 46,07% de los votos y su principal rival, el ex mandatario Carlos Mesa, un 37,46%, lo que dejaba al oficialismo a solo 1,39 puntos porcentuales de ganar en primera vuelta.

«Somos los más interesados en que se contabilicen todos los votos», dijo el canciller boliviano, Diego Pary, y agregó que el gobierno aceptará «sea cual sea» el resultado final, luego de recibir junto al presidente Morales a diplomáticos y observadores electorales, y garantizarles que no hubo irregularidades en el escrutinio, como denuncia la oposición.

Poco después, la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), María Eugenia Choque, también desmintió las denuncias opositoras y los cuestionamientos de organizaciones internacionales.

«¿Cómo pueden decir que es un proceso de fraude? Falta poco, a pesar de todas las dificultades», prometió Choque, según el diario local El Deber.

Mientras el escrutinio definitivo avanzaba lentamente -la suma total de votos en Bolivia y en el exterior-, la crisis poselectoral se profundizaba: por un lado, la Central Obrera Boliviana (COB) se declaró en estado de emergencia y convocó a una manifestación mañana en el centro de La Paz para defender «la victoria en primera vuelta” del presidente Morales; y por el otro lado, el opositor Comité Cívico pro Santa Cruz inició un paro por tiempo indefinido.

El domingo a la noche, cuando aún faltaba terminar el conteo rápido y pese a que las autoridades electorales habían frenado este primer recuento y aún faltaban contar los votos de zonas rurales y bastiones del oficialismo, Mesa salió a celebrar los resultados parciales del conteo rápido y su lugar en el futuro balotaje presidencial.

La tensión escaló al día siguiente cuando se publicaron los resultados finales del conteo rápido con poco más del 95% escrutado y Morales obtuvo más del 40% de los votos y una diferencia de 10 puntos porcentuales con Mesa, lo necesario para ganar en primera vuelta.

Desde el oficialismo y sectores aliados festejaron de inmediato las cifras como una victoria oficial, pese a que el escrutinio definitivo -el único con valor legal- avanzaba lento y tenía un porcentaje escrutado minoritario.

En medio de un clima de polarización política y con una oposición que varias veces advirtió sobre la posibilidad de un fraude electoral en el último tramo de la campaña, la confusión se convirtió rápidamente en denuncias, protestas callejeras y anuncios de medidas de fuerza.

Militantes de Comunidad Ciudadana, la fuerza de Mesa, organizaron vigilias y protestas en La Paz y otras seis capitales departamentales.

En La Paz, los enfrentamientos con la policía y la represión fueron tan fuertes que el Tribunal Electoral Departamental decidió suspender el escrutinio.

Recién hoy el escrutinio se reanudó en todo el país, pero pese a su avance, tanto el sector que apoya a Morales como el que respalda a Mesa ya anunciaron medidas de protestas.

“La evaluación que se ha hecho esta mañana ha sido bastante profunda; no podemos aceptar de que desconozcan el voto ciudadano, el voto rural, el voto del campesino, de los indígenas, confundiendo a la población y haciendo ver que hubo fraude”, afirmó el secretario ejecutivo de la COB y un aliado declarado del presidente, Juan Carlos Huarachi, según el diario local El Deber.

Mientras la COB y otras organizaciones civiles cercanas al gobierno se preparan para la manifestación de mañana, a lo largo de pequeños grupos oficialistas se concentraron en plazas de La Paz para apoyar al mandatario.

En paralelo, en Santa Cruz, un histórico bastión de la oposición a Morales, el Comité Cívico, que aglutina a organizaciones de la sociedad civil y que supo liderar las protestas opositoras más fuertes contra el gobierno en esta última década, convocaron a un paro por tiempo indefinido a partir de esta medianoche para «evitar» que el presidente no reconozca el resultado definitivo.

Rápidamente el comité cívico y el gobierno municipal de Tarijas adhirió al paro de mañana y dirigentes opositores pronosticaban que otras regiones y ciudades harán lo mismo.

Al mismo tiempo que la tensión crece entre los dos sectores políticos más importantes de Bolivia, dos organizaciones internacionales que enviaron observadores electorales a los comicios de este domingo cuestionaron el desarrollo y difusión del escrutinio.

La misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue la primera voz internacional en advertir que es «difícil justificar el cambio dramático de tendencia» del conteo rápido. Hoy, la Unión Europea (UE) se sumó a este cuestionamiento y sostuvo que «la interrupción inesperada» del recuento generó «serias preocupaciones».