La víctima tenía 87 años. Investigan si fue un homicidio en ocasión de robo
El hombre de 87 años que fue hallado ayer asesinado en su departamento del barrio porteño de Boedo presentaba signos de haber sido torturado con una plancha y un destornillador caliente, además de recibir puñaladas, y se investiga si fue un homicidio en ocasión de robo, ya que faltaban objetos de la casa, informaron hoy fuentes judiciales y policiales.
Los pesquisas determinaron, además, que no había ninguna puerta ni ventana forzada, por lo que creen que el atacante abordó a la víctima en la puerta del domicilio e ingresó con ella o que entró con su consentimiento,
El cuerpo de Antonio Landeira, de nacionalidad española y jubilado, fue hallado pasadas las 21 de anoche en el pasillo que comunica la cocina con una habitación de su casa situada en Metán al 4200, de Boedo.
Voceros de la fuerza informaron a Télam que fue su mujer de 53 años quien alertó a personal de motorizada de la Policía de la Ciudad que al ingresar a la vivienda había visto todo desordenado, por lo que temía que hubiera pasado algo.
Los efectivos entraron al domicilio y encontraron a Landeira muerto en un pasillo que comunica la cocina con una habitación.
Si bien aún se aguarda que se realice la autopsia, en base a lo determinado por la Policía Científica que trabajó en el lugar, el jubilado presentaba lesiones provocadas por una plancha y un destornillador caliente, tajos y puñaladas y la muerte aparenta haber sido producto de lesiones de arma blanca, agregaron las fuentes.
En el lugar trabajó toda la noche el personal de la Comisaría Comunal 5, aunque por orden del fiscal nacional en lo Criminal y Correccional 1, Pablo Recchini, a cargo de la causa, esta mañana la investigación fue derivada a la División Homicidios de la Policía de la Ciudad.
Los pesquisas de la Unidad Criminalística Móvil levantaron algunos rastros de la escena del crimen y el funcionario judicial mandó a buscar imágenes de cámaras de seguridad en la zona que hayan podido captar la llegada o huida de el o los asesinos con el fin de identificarlos.
Si bien los testigos vieron solo a una persona que se escapaba por los techos con una camisa blanca, las fuentes dijeron que todavía no pudo determinarse si efectivamente huyó por ese lugar y tampoco descartaban la participación de más autores.
En la vivienda se detectó un gran desorden, lo que hace sospechar a los pesquisas que buscaban algo puntual que podría ser dinero y que por ello torturaron a Landeira.
De la vivienda faltaba un televisor de 50 pulgadas y había otros televisores apilados que no lograron llevarse.
Los investigadores sospechan que el homicidio pudo haber ocurrido entre las 17.30 y las 21 y que, probablemente, el o los asesinos hayan ingresado junto a la víctima mediante un ardid dado que ni puertas ni ventanas estaban forzadas o rotas.
Landeira estaba en pareja desde hacía cinco años y casado desde hacía dos con Andrea, quien esta mañana dijo en declaraciones a Canal 9 que anoche entró a su casa como siempre, vio que estaba la luz encendida y cuando iba hacia la cocina vio que salía mucha agua, por lo que pensó que había explotado algo con gas,
«Vi que estaba todo revuelto y pensé que había pasado un accidente doméstico y que Antonio se había ido. No me animé a entrar, me dio pánico porque había mucha agua y estaba todo revuelto, agarré a la perra, llamé al vecino y me dijo que fuera a buscar a la policía», relató la viuda.
La mujer recordó que primero le dijeron que su esposo estaba herido y que iba a ir una ambulancia y luego escuchó que decían que estaba yendo la Policía Científica.
«No sé si lo tuvieron muchas horas, si él llegó a las siete y media y yo llegué a las nueve y media y ya había pasado todo. No sé que pasó ahí adentro. Uno de los televisores falta y ahora tengo que ver qué falta porque no me dejaron entrar. No hay nada forzado», agregó Andrea.
Sobre los atacantes, la mujer estimó o que su marido «conocía a las personas y les abrió o tiene que haber sido alguien que entró atrás de él».
La viuda dijo que no cree que haya sido un solo delincuente porque «él se hubiese defendido mejor, tenía mucha fuerza y era un hombre muy sano».
«Lo prendieron fuego, eso es lo que me dicen los testigos que lo vieron, que no me dejaron verlo por ese motivo, que estaba desfigurado», agregó.
Andrea pidió por favor que se analicen las cámaras de seguridad de un vecino para ver qué pasó.
«Lo torturaron con una plancha caliente y le clavaron un destornillador en el pecho. Yo no pude ver que pasó, pero cinco policías ingresaron y lo vieron tirado entre el pasillo de la cocina y uno de los dormitorios», expresó la mujer en otra entrevista con el canal Crónica TV y añadió: «Quiero ver las cámaras de seguridad del lado del frente para ver qué pasó. Era muy buena persona».