En la Bombonera, el equipo brasileño ganó 1-0 con gol de Frank Fabra, en contra, y como el Xeneize triunfó 1-0 en Brasil, el pase se definió por penales.
En el segundo aniversario de aquella fatídica final de Madrid, Boca experimentó nuevamente lo que es el sufrimiento futbolístico, aunque esta vez terminó festejando. Fue derrota 1-0 en la Bombonera ante Inter de Porto Alegre y triunfo 5-4 en los paneles para avanzar a cuartos de final de la Copa Libertadores, donde se medirá con Racing.
Boca jugó muy mal. No hay otra manera de decirlo. Lo que si varían son las razones. Puede ser que la victoria 1-0 en Brasil le haya provocado un exceso de confianza que devino contraproducente. O puede ser que los dirigidos por Miguel Angel Russo simplemente hayan tenido una noche para el olvido. Hasta algunos dirán que jugar un 9 de diciembre ya se convirtió en una maldición (una versión que, aunque con mucho más de brujería que de realidad, los dirigentes xeneizes deberían empezar a tener en cuenta).
Pero lo cierto es que Inter salió a comerse a su rival desde el minuto cero. Su plan constó de dos etapas. Primero, declarar sus intenciones a través de la pierna fuerte. Hasta el punto de que podría haberse ganado un expulsado rápidamente: en cambio, Moisés, uno de los seis cambios que metió Abel Braga con respecto al equipo de la ida, intercambió una amarilla por dos fuertes patadones antes de los cinco minutos. Negoción. Así, las divididas empezaron a decidirse siempre para los de casaca roja, mientras que los atacantes xeneizes debían pagar con rigor físico cuando se decidían a avanzar, algo que no ocurrió demasiado mientras el partido estaba 0-0.
La segunda faceta del estratagema brasileño fue más futbolístico, podría decirse. Mucha gente en ataque para hacer pagar las fallas defensivas de los locales, representadas por un mediocampo de fácil transición, o la poca asistencia de Salvio y Villa para sus respectivos laterales, que la pasaron muy mal durante toda la noche. Con Edenilson y el robusto Patrick, crack de medias bajas, manejando los hilos del juego, Inter hizo volar para todos lados a Andrada. Finalmente, fue apenas iniciado el complemento que la visita sacó provecho de una serie de eventos desafortunados de la defensa de Boca: mal despeje de Buffarini, el arquero que salió a cortar un centro bajo y quedó a medio camino, y Fabra que transformó un despeje displicente en el 1-0 de Inter de manera insólita.
Lo mejor de Boca en los 90 minutos fue una patriada de Tevez, quien casi resbalándose metió un gran remate desde afuera del área que el arquero de Inter alcanzó a desviar al corner. A Cardona, la gran figura de las últimas presentaciones, le costó demasiado tener contacto con la pelota mientras que a Salvio y Villa, los otros créditos ofensivos, bien podrían haber sido reemplazados ambos (sólo lo fue el colombiano).
Formaciones
Boca: Esteban Andrada; Julio Buffarini, Lisandro López, Carlos Izquierdoz, Frank Fabra; Nicolás Capaldo, Jorman Campuzano; Eduardo Salvio, Edwin Cardona, Sebastián Villa y Carlos Tevez. DT: Miguel Ángel Russo.
Inter de Porto Alegre: Marcelo Lomba; Rodinei, Rodrigo Moledo, Víctor Cuesta y Moisés; Edenilson, Lindoso; Praxede, Patrick y Guilherme; y Galhardo. DT: Abel Braga.