María Rivero, trabajadora del sistema de la salud, dialogó con CLG y realizó un balance de este año de pandemia. “Si no nos cuidamos nosotros, no nos cuida nadie”, aseguró
En las últimas semanas, los números de contagios diarios de covid-19 en Rosario han bajado considerablemente. Sin embargo, las imágenes del último fin de semana han dejado mucha preocupación, principalmente por la compleja situación sanitaria que se vive en la ciudad y las condiciones adversas a las que tiene enfrentarse los trabajadores de la salud.
La falta de insumos, la ocupación de camas en los efectores de salud sigue por encima del 80 por ciento, el deceso de más de una decena de profesionales de la salud y la sobrecarga horaria provocó que los trabajadores de la salud se encuentran con “mucho estrés”. Sin dudas, el esfuerzo que han realizado todos durante esta pandemia debería ser valorado con mucho más que aplausos. “Desde marzo le venimos poniendo todo”, comentó la bioquímica María Rivero en un diálogo con CLG.
“Desde el día uno, estuvimos tratando de armar un protocolo que se respetó mucho. Lo que priorizamos fue la higiene de todo el Sanatorio, más que nada en el área de laboratorio. Nos informamos con un protocolo en base a todo lo que es el procesamiento de las muestras, cómo se descartan, cómo se manipulan y también nos asesoramos en el uso de los elementos de protección personal”, dijo.
La joven detalló todo el trabajo realizado durante estos meses. “Hicimos charla de cómo se deben vestir, qué barbijos se deben usar, en qué situaciones, cómo se realizan la toma de muestras en pacientes de Covid-19 o sospechoso. Lo que nosotros tratamos de mejorar desde el primer día es la higiene en el laboratorio”, comentó.
Rivero indicó que durante estos meses los trabajadores tuvieron que sortear varias obstáculos, desde la falta de insumos hasta el contagio de los profesionales. “En muchos casos estuvimos muy vulnerables por la falta de material. Con la voluntad de todos tratamos de conseguir el material necesario, los guantes, barbijos, pero también nos trajo cierta susceptibilidad o cansancio mental y físico porque muchos de nuestros compañeros se han contagiado y los han tenido que aislar, tuvimos que cubrirnos entre nosotros por falta de personal. Fue un agotamiento físico, mental y estamos todos con mucho estrés, mucho cansancio”, analizó tras ocho meses de pandemia.
“Un compañero que se contagia de Covid-19 es un compañero que se tiene que aislar, o tenemos compañeros que están en terapia luchando por su vida. Es toda una lucha. Ponemos lo mejor de nosotros, cubriéndolo, saliendo adelante y haciendo lo mejor, le ponemos lo mejor porque estamos con pocos recursos”, añadió.
Además de la falta de personal, los efectores de salud siguen teniendo falta de recursos. “Las necesidades son las básicas: los materiales de descontaminación, desde alcohol, guantes, jeringas, agujas y los materiales de protección personal, mamelucos, batas, cofias. Son materiales indispensables y siempre hacen falta”, aseguró.
La pandemia de Covid-19 sorprendió a todos y especialmente a los profesionalmente que tuvieron que trabajar de inmediato con un virus que desconocían, y las horas de capacitación son primordiales. “En el día a día vamos aprendiendo más, vamos capacitando al personal. Cada uno se va informando en sus tiempos libres. Lo que tengo que recalcar es que desde el primer día que pasó esto, nos juntamos entre todas las personas y dispusimos un protocolo, hecho por nosotros porque, si nosotros no nos cuidamos, no nos cuida nadie”.
Finalmente, Rivero espera que la crítica situación termine en breve. “Nuestra mirada es muy positiva, muy alentadora, han descendido los casos. No descartamos que pueda haber algún rebrote pero siempre pensamos en positivo, con la mira de una esperanza de que esto termine”, al mismo tiempo que comentó que siente que la sociedad los ha dejado muy solos.
Mirá la entrevista completa en el siguiente video: