La tecnología de reconocimiento facial se encuentra a disposición de los tratamientos de donación de óvulos para que los bebés que nazcan por esta técnica se parezcan a sus padres.
Cada vez mas parejas en todo el mundo tienen que recurrir a la donación de óvulos para cumplir el sueño de ser padres.
Se trata de un proyecto de Ovobank, primer banco de óvulos criopreservados de donante de Europa, y FIV Marbella, Reproducción Asistida en Marbella, quienes han presentado un sistema de reconocimiento facial que busca entre las donantes a la que más se parece a la paciente receptora, para que el bebé se parezca lo máximo posible a los padres.
Al respecto, el presidente de Grupo Procrearte, Carlos Carrere, dijo hoy que «en Argentina ya es posible traer directamente desde Marbella óvulos vitrificados que llegan en termos de nitrógeno».
Precisó que «Procrearte es la única institución que tiene convenio con Ovobank».
Ovomatch es una tecnología de reconocimiento facial que escanea múltiples puntos faciales para encontrar a la donante con mayor parecido físico.
Carrere explicó que «se hace un ‘Ovomatch’ que es el sistema de datos en el cual se introducen los datos antropométricos de la paciente, se saca una foto y el sistema elige entre 3 o 4 donantes».
«Esto en muy poco tiempo lo vamos a hacer en Argentina. Esto es toda una novedad», remarcó el especialista en medicina reproductiva.
Y agregó: «Está previsto el armado de una red que – preservándose siempre el anonimato- contendrá todos los datos antropométricos para alcanzar una fisonomía parecida a la de la pareja que busca un hijo».
«Vale decir que la selección puede ser genotípica (mutaciones que pueden ocasionar una enfermedad genética), fenotípica (para conocer peso, talla, etc) y fisonómica(características físicas similares)», continuó.
Aclaró que «hoy los sistemas de selección no son solo fisonómicos», ya que «la pareja se puede hacer (y se está haciendo cada vez más) un estudio para saber si tienen alguna mutación genómica que se podría transmitir a su descendencia».
Por último, comentó que «el convenio firmado en España surgió, en principio, por la demanda de personas de etnias orientales, que buscaban tener hijos que se les parecieran, por lo tanto, los primeros óvulos que se trajeron fueron de donantes japoneses».