«Mensaje» De 1998 a 2001, los trapenses intentaron reinstalarse en Tibhirine. Pero, obligados por las autoridades argelinas a dormir en Argel y a hacer el trayecto diario sin escolta, acabaron renunciando. Nuestra Señora del Atlas se encuentra ahora en Marruecos. El hermano Jean-Pierre, uno de los dos monjes supervivientes, sigue viviendo allí. El otro, el hermano Amédée, murió en 2008. Un cura, Jean-Marie Lassausse, se ocupó de Tibhirine hasta 2016 y la llegada de la CCN, una comunidad católica que mezcla a religiosos y laicos. El hermano Bruno, el hermano Yves, la hermana Félicité y el padre Eugène Lehembre cuidan ahora el terreno, sus edificios, el jardín y sus miles de árboles frutales. Y el recuerdo de los monjes mártires. «Me sentí pequeño al llegar aquí» pues «pasó algo muy fuerte», explica el padre Eugène Lehembre, sacerdote de 67 años, responsable del monasterio. «Tengo la impresión que algo continúa», añade, es «un mensaje muy bonito que nos dejaron los monjes: un mensaje de solidaridad entre argelinos y franceses, entre cristianos y musulmanes». Los monjes, solidarios con una población argelina sin escapatoria -unas 200.000 personas, entre ellas muchos civiles, murieron durante la década de guerra civil (1992-2002)- se negaron a partir a pesar de la violencia que se acercaba. La noche de Navidad de 1993, un grupo islamista ya había entrado al monasterio. El hermano Christian, el prior, les había instado a irse, pero poco después escribió un «testamento» en el que veía su muerte cercana, rechazando que se atribuyera al islam y perdonando por adelantado a su asesino.
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Monasterio de Tibhirine