Por Mario Luzuriaga
Hoy en día el cine de superhéroes es muy común de ver, ya que cada año tenemos tres a cuatro de estas producciones.
En los años ochenta no se estilaba a hacer estas producciones debido a la falta de tecnología y la única que había logrado tener un éxito considerable fue «Superman» de 1978, pero sus secuelas fueron variando de moderado a bajo el nivel de audiencia.
Era hora de que otro héroe sea el que esté presente en la pantalla y lo fue Batman. Las casualidades de la vida se vuelven a dar, ya que el primer super héroe de las historietas fue el primero en tener un largometraje y luego lo tuvo el encapotado.
Ya había pasado por la pantalla grande en 1966 luego del éxito de la serie, pero todo cambió con la llegada de los ochenta y la entrada de autores más serios en los cómics como Alan Moore o Frank Miller, que tomaron las historias del murciélago.
Era 1989, un año cargado de regresos en el cine como «Arma Mortal 2», «Indiana Jones y la última cruzada» y «Licencia para matar», la segunda película que protagonizó el actor Timothy Dalton como James Bond. Pero Warner apostó a un joven y exitoso director llamado Tim Burton, con una mirada muy particular y venía de dos éxitos como «La aventura de Pee-Wee» y «Beetlejuice».
Esta versión del hombre murciélago era mucho más adulta que se vivió durante los sesenta con la serie. Aquí se basaron en temáticas más adultas y basadas en cómics como «La broma asesina» o «El hombre que ríe», que hablan básicamente del personaje de El Guasón, villano de esta película, que encarnó Jack Nicholson.
Pero se cuestionó mucho la elección de Michael Keaton para el rol de Batman y Bruce Wayne, ya que para el público no era la persona indicada. Pero en junio de 1989 se estrenó esta genial película que se convirtió en el gran éxito del 89, superando a todos los récords.
En nuestro país se vivió un furor por Batman, ya que se volvió a emitir la serie, reestrenar la película del 66 en los cines y a salir mucho merchandising de la película, que iban desde juguetas, indumentaria, figuritas y hasta golosinas.
Sin dudas es una de las películas clave del cine y marcó un antes y un después a la hora de tomar éste género con mucha seriedad.