«Basta, ya basta». Para luchar contra el racismo creciente en los estadios y en las redes sociales en el Reino Unido, los jugadores de la Premier League fueron llamados a hacer boicot a las redes sociales este viernes, la primera acción de una campaña para incitar a las plataformas a poner en marcha un reglamento más estricto en ese sentido.
El sindicato de futbolistas profesionales de Inglaterra y de Gales (PFA) hizo un llamamiento a los jugadores a hacer una huelga de redes sociales el viernes. La operación, llamada #Enough (#Basta) comenzó el viernes a lass 8 y durará 24 horas. «La primera etapa de una campaña más larga para luchar contra el racismo en el fútbol», precisó el sindicato.
«Este boicot es un signo de unidad por parte de los jugadores y un llamamiento a las redes sociales y a las autoridades del fútbol para que tomen las medidas más férreas en respuesta a los insultos racistas, tanto sobre los terrenos de juego como fuera», escribió la PFA.
El boicot no se dirige sólo a los que utilizan las plataformas para lanzar insultos racistas, sino también a las propias redes sociales y a las autoridades del fútbol para que actúen en consecuencia.
«En Inglaterra, el racismo siempre formó parte del fútbol, los vínculos son profundos, es como un virus que se niega a ser erradicado, y las redes sociales contribuyen ahora a compartirlo», indicó a la AFP Piara Powar, director general de Fare network, una ONG que lucha contra el racismo en el fútbol.
«El nivel de racismo al que se enfrentan algunos jugadores, porque son buenos, o no tanto, es simplemente impactante», denuncia.
Pero según el especialista, que espera que esta huelga tenga un «impacto significativo» en las plataformas, «ahora existe una generación de jugadores que rechazan quedarse callados y que tienen más influencia que las generaciones precedentes».
Este «boicot, que puede prolongarse, podría perturbar gravemente sus modelos económicos. Las redes sociales deben moverse para asumir sus responsabilidades».
Asiduos a Instagram, el delantero del Manchester City Raheem Sterling, víctima de racismo, y su homólogo del Tottenham Harry Kane no postearán en 24 horas.
Salud mental
«¡Unidos, apelamos a las redes sociales y a los órganos del fútbol a hacer más!», lanzó el defensor del Manchester United Chris Smalling, cuyo compañero de equipo Ashley Young fue víctima de ataques racistas después de su error en la derrota en Champions contra el Barcelona el martes.
Para Smalling, «ha llegado el momento para Twitter, Instagram y Facebook de considerar poner normas a sus plataformas, asumiendo la responsabilidad de proteger la salud mental de los usuarios sea cual sea su edad, raza, sexo o ingresos».
De la misma opinión es el defensor del Liverpool Trent Alexander-Arnold, quien estima que «las redes sociales tienen una responsabilidad en la lucha contra el racismo».
«Utilizamos nuestra voz para luchar contra abusos racistas», declaró en su cuenta de Instagram, en la que publicó, justo antes de la huelga, el mensaje del PFA.
Twitter se defendió declarando que suspende «tres veces más cuentas en las 24 horas que siguen a una denuncia que el año pasado en la misma época».
Esta semana, Facebook, en el centro de las críticas, expulsó a grupos británicos de extrema derecha como Britain First y al British National Party.
El mes pasado, el delantero del Watford Troy Deeney se vio obligado a bloquear todos los comentarios en su cuenta de Instagram después de haber sido víctima de insultos racistas.
«Basta, ya basta», afirmó este viernes.También en los estadios se multiplican los actos racistas. En marzo, en Montenegro, los jugadores negros de la selección inglesa fueron objeto de cánticos racistas en la fase de clasificación para la Eurocopa-2020, mientras que el defensor del Tottenham Danny Rose señaló recientemente que «ya basta» con el racismo en el fútbol y manifestó su deseo de abandonar su carrera.