Política y Economía

«Basta de la historia que Cristina me reta y me pega dos gritos para hacer lo que yo no quiero»


El presidente Alberto Fernández defendió a la vicepresidenta, al considerar que "hay una voluntad de demonizarla y perjudicar al gobierno mostrándola como un demonio que no es"

El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que «sería muy injusto» decir que Cristina Fernández de Kirchner le «impone posiciones» en su tarea de gobierno, y consideró que «hay una voluntad de demonizar» a la Vicepresidenta y «perjudicar al gobierno mostrándola como un demonio que no es».

«Con Cristina me animaría a decir que hablo de todos los temas de gobierno pero la verdad es que sería muy injusto con Cristina si dijera que me impone posiciones. Con Cristina obviamente tenemos muchas miradas en común y tenemos algunas miradas divergentes», dijo Fernández en declaraciones a la FM Radio Con Vos.

En ese marco, el presidente contó que tiene «un vínculo personal de muchos años con Cristina que excede incluso lo político» y destacó que la vicepresidenta «tiene una historia política que me excede con creces a mí y obviamente que es una persona con mucho peso político».

Al hablar de las posturas que comparte con la vicepresidenta, Fernández dijo que la Justicia en los últimos años «ha generado detenciones con una arbitrariedad manifiesta» y esa es una posición que mantuvo «siempre» desde su «rol de profesor universitario de derecho penal».

«No es que Cristina me está mandando o que estoy calmando al espacio de nuestro sector político que reclama este tipo de cosas», apuntó Fernández.

También, recordó que, cuando habló sobre los bloqueos en el marco del G20, por la pandemia de coronavirus, «muchos dijeron ‘ah Alberto Fernandez cedió ante Cristina reclamando por Venezuela’, y yo reclamé por Venezuela, por Cuba y por todos los bloqueos».

«No es que yo le esté preguntando a Cristina qué es lo que me parece que haga», insistió.

En tanto, reflexionó que la ex presidenta «ha dejado gente que la quiere y gente que no la quiere y es un personaje muy polémico porque hay sectores que son muy reactivos a ella, pero lo que sí tengo claro es que hay una voluntad de demonizarla y perjudicar al gobierno mostrándola como ese demonio que no es, que es parte de una práctica política».

«Lo digo públicamente -afirmó- porque, si alguna vez me ven defeccionar, échenme la culpa y, entonces, la culpa será mía; no de Cristina, y digo estas cosas públicamente para terminar de alentar esa historia negra de la Cristina que viene, me reta, me pega dos gritos y me hace hacer lo que yo no quiero hacer. Eso no existe, yo no permitiría que exista», sostuvo.

Por otro lado, sostuvo que la Argentina «se levanta con el acuerdo», afirmó que -en tiempos de pandemia por conorvairus- «no es momento de hacer política» partidaria y aseguró que seguirá trabajando junto a mandatarios opositores como Horacio Rodríguez Larreta o Gerardo Morales.

«Tengo claro que Rodríguez Larreta seguro piensa distinto a mí en muchas cosas pero en este momento no van a quebrarme, voy a trabajar con él», dijo al igual que con los gobernadores de Juntos por el Cambio, Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza).

Finalmente, al ser consultado respecto a las declaraciones del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien dijo que «con Mauricio Macri esta pandemia hubiera sido una catástrofe”, Fernández evaluó que «esas cosas no ayudan».

De todos modos, sostuvo que desde la oposición los acusaron de «hacer ghetos», en relación al operativo sanitario por la pandemia de coronavirus en la Villa Azul, en Quilmes y Avellaneda.

«Casi nos acusan de nazis, prohibiéndole a la gente moverse en un barrio. Todas esas cosas van generando un clima», advirtió el mandatario y añadió: «A veces se te salta la cadena y decís esas cosas, pero Santiago piensa igual que yo de que hay que trabajar juntos y, de hecho, es el que más trabaja en el acuerdo social».