Cada vez que juega la selección argentina en un Mundial, todo se paraliza. Rosario no es la excepción y mientras el equipo de Sampaoli se medía ante Croacia con el fin de poder avanzar a los octavos de final en el Mundial de Rusia 2018, las calles de la ciudad quedaron desoladas.
Gente amontonada en las casas de electrodomésticos para poder ver el encuentro y hasta algunos que se animaron a ver el partido desde el celular en sus horarios de trabajo. Imágenes que se repiten cada cuatro años.
Pero así como los ciudadanos desaparecieron de las calles, los bares se llenaron hasta alcanzar el máximo de su capacidad.