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Balotaje regional en Francia: Macron y la extrema derecha fueron los grandes perdedores 


Mientras que los principales vencedores fueron la agrupación de derecha tradicional Los Republicanos y el Partido Socialista

El partido centrista del presidente Emmanuel Macron y el ultraderechista de Marine Le Pen resultaron los grandes perdedores del balotaje celebrado hoy en Francia, al no ganar ninguna de las 13 regiones en juego, informó la prensa local.

Paralelamente, los principales vencedores fueron la agrupación de derecha tradicional Los Republicanos y el Partido Socialista, lo cual modificará probablemente el escenario para las elecciones presidenciales del año próximo, según varios analistas.

“Es una decepción para la mayoría presidencial”, admitió Stanislas Guerini, jefe del joven partido La República en Marcha (LREM) de Macron, pese a que aún no se habían publicado resultados oficiales de los comicios.

“Esta noche no ganaremos ninguna región”, reconoció a su vez Le Pen, líder de la Agrupación Nacional (RN, en francés), que de ese modo sigue sin poder acceder a un gobierno local.

El candidato de RN Thierry Mariani fue derrotado por su competidor conservador Renaud Muselier en la región sudoriental Provenza-Alpes-Costa Azul, la única en la que el partido ultraderechista podía aspirar a un triunfo.

Le Pen opinó que Francia sufre una “profunda crisis de la democracia local” y, con la vista puesta en las presidenciales de 2022, sostuvo que “la movilización es la clave de las futuras victorias”.

“Ahora, todo el mundo ha entendido que las elecciones presidenciales son un juego a tres bandas”, estimó el conservador Xavier Bertrand, que obtuvo una cómoda victoria en la región norteña Altos de Francia y ya anunció su candidatura para 2022.

Varios analistas reconocieron que los resultados de hoy ponen en duda el escenario previsto para las presidenciales del año próximo, que parecían reducidas a un duelo entre Macron y Le Pen en segunda vuelta.

En tanto, la gran protagonista del balotaje fue la abstención, que alcanzó un máximo histórico de alrededor de 66%, similar a la de la primera vuelta y muy por encima del 55% de las anteriores elecciones regionales, celebradas en 2015.

“Lo que estamos viendo es la culminación de una desconexión entre los votantes y la clase política”, interpretó la politóloga y académica Jessica Sainty, aunque admitió que la crisis por la pandemia de coronavirus también influyó para que la abstención fuera tan alta.

Ya la primera vuelta del domingo pasado había resultado un duro golpe para LREM, que pagó su falta de presencia territorial, y para RN, que solo quedó en competencia en Provenza-Alpes-Costa Azul.

A pesar de haber enviado a varios ministros a hacer campaña y de que el propio Macron se embarcara en una gira por todo el país, en algunas regiones LREM no reunió el 10% necesario para llegar a la segunda vuelta.