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Balneario de Las Grutas cuenta con sillas para personas con motricidad reducida


Los primeros usuarios en verse beneficiados con estas sillas anfibias son dos adolescentes bonaerenses que vacacionaron junto a su familia en las playas de Río Negro

Los primeros usuarios en verse beneficiados con estas sillas anfibias son dos adolescentes bonaerenses que vacacionaron junto a su familia en las playas de Río Negro

Las Grutas cuenta con una verdadera playa inclusiva ya que cuenta con dos sillas de ruedas anfibias para utilizar en la playa. Estas son demandadas por personas con problemas de locomoción, se encuentran en la tercera bajada de la ciudad rionegrina donde se encuentra el puesto de Prefectura Naval.

Ambas sillas le dan mayor accesibilidad al balneario de Río Negro, que este verano recibe miles de visitantes como hace tiempo no sucedía.

Y la necesidad de contar con el servicio quedó en evidencia ni bien la recibieron el jueves los guardavidas que custodian el sector, ya que las solicitaron para dos hermanos de 16 y 18 años oriundos de la localidad bonaerense de San Fernando.

La familia de los chicos, que padecen dificultades motrices, agradeció la posibilidad de utilizar las sillas y relató los obstáculos que debieron enfrentar para bajar a la costa en otros sectores que visitaron en estos días, destacó Mauro Scalesa, jefe del cuerpo de rescatistas.

Con la certeza de que estaban, ayer volvieron a pedirlas nuevamente.

Las Grutas contó en distintos momentos con sillas anfibias, pero por diferentes motivos no pudieron seguir funcionando.

En 2008, la desaparecida empresa Pesca Austral donó dos que adquirió en España, de donde es oriunda la compañía. El gerente local de aquel entonces, Germán Vichich, gestionó el aporte. Poseían tres grandes ruedas inflables, que les permitían flotar en el agua, y una estructura acorde para mantener el equilibrio y desplazarse con facilidad. Una quedó en la Tercera Bajada y la otra en Los Tamariscos, y prestaron gran beneficio durante algunas temporadas.

Pero con el tiempo se deterioraron, la pesquera se fue del país y no fue posible importar los repuestos dado su alto valor.

De las dos, los guardavidas lograron armar una. Sin embargo, por el propio uso se le averió una rueda y quedó inactiva.

Poco después, el gobierno provincial, a través de Lotería, entregó otras dos, pero según se aclaró, no tenían la estabilidad de las otras, lo que promovió que no tuvieran tanta demanda. Una también quedó inhabilitada. La otra está en Punta Verde, pero por sus características se ocupa poco, indicó Scalesa.