La jugadora de la selección argentina, Rocío Correa, vivió un momento de máxima tensión junto con su familia. La futbolista de San Lorenzo fue herida por la policía durante el cortejo fúnebre de su hermano.
La joven de 19 años había viajado desde Buenos Aires hacia Tucumán para despedir los restos de Sergio, el cual falleció el miércoles pasado en un accidente de tránsito en una autopista Tucumán-Famaillá al ser atropellado por un camión cuando viajaba a caballo.
La futbolista relató que los efectivos policiales comenzaron a disparar balas de goma cuando el auto que transportaba los restos del fallecido se detuvo y los presentes intentaron hacerlo arrancar. Los policías realizaron tiros al aire y fue allí cuando Rocío resultó herida.
“Les trataba de explicar lo que estaba pasando, les hablaba con mucho respeto, pero una mujer policía me pegó con la cachiporra en el brazo”, aseguró.
Además, Correa contó que en ese instante aparecieron alrededor de 20 uniformados que les dispararon pese a que afirmaron que nadie se encontraba armado.
“Corríamos y nos seguían haciendo disparos. Hay por lo menos 15 heridos. A un tío mío le pegaron 25 tiros. No teníamos intenciones de provocar nada, solo queríamos ir al cementerio a dejar a mi hermano”, sostuvo la joven.
Luego, el papá de Rocío, añadió: “Era un acompañamiento grande y adelante iba un auto con parlantes, donde sonaba la música. Cuando íbamos por la avenida Independencia y Constitución, ese auto se quedó sin nafta y bajamos algunos para tratar de sacarle combustible a otro vehículo y ponerle, pero ahí se acercó la Policía y nos pidió que avancemos”.
Por su parte, la policía, a través del comisario Manuel Sosa, difundió un comunicado con su versión de los hechos: “Parte de los acompañantes se abalanzaron sobre una casa y su propietario pidió intervención al sentirse amenazado. Cuando los efectivos les pidieron que se retiren, comenzaron a arrojar piedras. Por eso se los dispersó».