Natasha Banegas, una joven trans de 22 años, fue atacada anoche a balazos por dos varones a bordo de una moto en la esquina de Crisóstomo Álvarez y Moreno, parte de la llamada “zona roja” en San Miguel de Tucumán. El jueves, otro varón la había golpeado salvajemente. Está hospitalizada con graves heridas en la pierna, pero fuera de peligro.
“Llegábamos en un taxi con otras chicas y mientras saludábamos a otras compañeras pararon frente a nosotras y se hicieron pasar por clientes. Hago dos pasos y veo que uno se baja de la moto y saca una pistola de su cinturón y me dispara en la rodilla y me caigo. De fondo escuchaba los gritos de las otras chicas. Me siguió disparando 11 veces más y me destrozó la pierna”, contó a Presentes Natasha.
Dos ataques en menos de 72 horas
El jueves 11 de enero la joven sufrió otro ataque por parte de un varón de aproximadamente 35 años que conducía un auto color blanco. “Me agarró del pelo, me golpeaba y me asfixiaba”, contó Natasha. Hoy tenía que ir a rectificarla ante la comisaría Primera de San Miguel de Tucumán, que también interviene en el último ataque.
“Todos estos casos tienen que ver con el cupo trans que los legisladores cajonearon. Las chicas siguen estando obligadas a trabajar en las calles, y no es por lección porque no todas las chicas tienen las mismas posibilidades. Y eso las expone a que sufran estas violencias. #NiUnTransMenos”, dijo a Presentes Gabriela de La Rosa, activista trans de la Asociación Libertad y Orgullo Trans Organizadxs (LOTO).
El 30 de agosto de 2017, en medio de los reclamos de Justicia por el travesticidio de Ayelén Gómez, el proyecto de ley de cupo laboral trans fue mandado a comisión, o que “en la práctica legislativa es lo mismo que mandar el proyecto al muere”, denunció Fabián Vera del Barco, activista LGBTI y profesor del Centro Educativo Trans (CETRANS), que promovió el proyecto.
Fuente: Agencia Presentes