Por Enrique Genovar - CLG
Por Enrique Genovar – CLG
No fue el año que todo Central esperaba. Es que luego de salir campeón los hinchas querían más y el sueño internacional era la obsesión. La dirigencia optó por quedarse con el plantel ganador y reforzarlo para salir por el continente. Sin embargo, los que llegaron aportaron poco y nada; y la mayoría de los que se quedaron bajaron su rendimiento. Fue todo difícil desde el principio y a pesar de los cambios de rumbo el norte nunca apareció y la temporada terminó siendo mala.
El balance de 2024 para Central dio pérdida. La columna del debe casi que terminó sin espacios por llenar y la del haber todo lo contrario. Tal vez en esta última los únicos asientos fueron: las dos victorias ante Newell’s y la aparición sobre el final de algunos juveniles de la cantera que demostraron que están para aportar desde su lugar.
La Copa Libertadores ya desde el sorteo no hizo guiños. Es que más allá de los que muchos pensaban, la historia copera de Peñarol y el poderío de Mineiro fueron un escollo muy grande para los de Miguel Ángel Russo. Si bien en la finalísima por la clasificación en Montevideo el Canalla fue muy competitivo el final de la fase de grupos lo dejó en un cómodo tercer lugar.
Hasta falló en la Copa Argentina. Aquel partido en cancha de Platense fue todo un indicio de que el segundo semestre no iba a poder enmendar lo mal hecho en el primero. Donde no solamente no pasó de ronda en la Libertadores, sino que ni siquiera se clasificó a las instancias finales de la Copa de la Liga.
La llegada de Marco Ruben tampoco pudo enderezar el barco, es que el no de Di María fue tan grande que desestabilizó todo.
La victoria ante Internacional para meterse en octavos de Sudamericana pareció dar una señal positiva, pero se quedó sólo en ello. Es que tras un mal arranque en la Liga, Russo dijo adiós y Matías Lequi asumió el cargo. La victoria en el Clásico, que hizo que más tarde sea nombrado como DT definitivo, no alcanzó. Es que llegó la caída ante Fortaleza y luego se le hizo imposible pilotear en el único torneo que le quedó.
Ya casi sin chances de clasificación internacional para 2025 la dirigencia prescindió del Flaco y anunció a Holan. El nuevo técnico llegó con una idea diferente y si bien algunas cosas se pudieron observar la goleada sufrida ante River empañó el inicio de su ciclo. La sonrisa del final por la victoria ante Belgrano no sirvió demasiado, es que no pudo contrarrestar la dolencia en los hinchas por la despedida de Ruben.
El año fue flojo. Y en el fútbol se sabe que luego de una mala temporada tiene que sí o sí llegar una mejora. El receso les marca a los dirigentes y al técnico que deben reducir el margen de error a la hora de definir el plantel, ya que después es más complicado acomodar lo que se hizo mal. En 2025 Central tiene que volver a ser protagonista, casi una obligación para los que toman decisiones en el club, ya que es el mandato de los hinchas canallas.