CLG estuvo en distintos puntos de la ciudad capturando los efectos del bajo histórico en el río. El jefe de Prefectura advirtió que "puede bajar más"
Por Santiago Ceron
Fotos y videos: Fernando Der Meguerditchian
La bajante del río Paraná es cada vez más preocupante. La altura del río está registrando niveles históricos y el poco caudal de agua deja a la vista postales impactantes: playas gigantes, muelles secos y embarcaciones hundidas que ahora quedaron al descubierto.
Este martes la altura del río en el Puerto de Rosario rozó los 0,74 metros, lo que representa el nivel más bajo en más de 30 años, cuando el 21 de octubre de 1989 se registraron 0.75 metros. Esto provocó acciones por parte de las autoridades, como el comienzo de trabajos de dragado en el puerto de la ciudad de Santa Fe, para que barcos de gran porte puedan circular.
Además, Cancillería Argentina le solicitó a Brasil las represas de ese país liberen una mayor cantidad de agua. El pedido tuvo respuesta, ya que la represa hidroeléctrica Baixo Iguaçu liberara 350 metros cúbicos por segundo hacia el Río Iguazú, que confluye con el Paraná en la Triple Frontera.
Ante esta situación, CLG realizó una recorrida por distintos puntos de la costa rosarina para mostrar las diferentes postales que deja la bajante a su paso, como el desagüe al descubierto en La Rambla o la posibilidad de ver cientos de peces en el arroyo Ludueña, habitualmente tapado de basura. Además, dialogamos con Walter Rosende, jefe de Prefectura Naval de Rosario, quien dio detalles sobre el panorama del río Paraná.
«Actualmente tenemos una altura de 74 centímetros en el Puerto de Rosario, estamos esperando una actualización», informó, en relación a la medición que se realizó este martes. Luego de la entrevista, la altura se actualizó a 0,86 metros, significando un repunte de 12 centímetros en un día.
Sin embargo, pese a la liberación de mayor caudal en algunas represas, Rosende señaló que la falta de lluvias es importante: «En la cuenca alta la tendencia es continuar en bajante». Y explicó: «Es una confluencia de factores, todo puede llegar a incidir, lo que no se están registrando son lluvias que es el gran aportante del agua que necesitamos para que el río siga creciendo. A través de sus informes, el Instituto Nacional del Agua continuamente hace hincapié en que hay una merma en lo que es el aporte de lluvias en la cuenca alta, media y baja».
La poca altura tiene un efecto en la circulación de buques comerciales: «Estamos prestando especial atención porque los buques que hacen transporte de carga necesitan información fehaciente y precisa por la cantidad de mercadería que pueden cargar. Hay buques que van a cargar menos que lo que originalmente iban a hacer».
A continuación, el #InformeCLG sobre la bajante, con las postales que ha dejado en distintos puntos de la ciudad y con la palabra de Walter Rosende: