Los chilenos y chilenas no se volcaron como se esperaba a las urnas, por lo que tanto el oficialismo como la oposición esperan una mayor asistencia para mañana
El primero de los dos días de una elección histórica en Chile, que el propio presidente Sebastián Piñera destacó que “va a marcar los caminos del país por las próximas décadas”, terminó hoy con una significativa baja participación y en un clima de tranquilidad, a la espera de la jornada definitoria de mañana.
En Santiago, las calles y centros de votación experimentaron una baja de la afluencia importante con respecto a otras elecciones, pero hay que destacar que es la primera vez que unos comicios se realizan en dos días, por lo que no se puede comparar con citas electorales anteriores.
A pesar de ello, quedó claro que ni la capital ni el resto del país vivieron un ambiente electoral como en el pasado. Los chilenos y chilenas no se volcaron como se esperaba a las urnas, por lo que tanto el oficialismo como la oposición esperan una mayor asistencia para mañana.
No pareció pesar la importancia de los cargos en juego: 155 convencionales constituyentes, 16 gobernadores regionales, 345 alcaldes y 2.240 concejales.
“Todas las elecciones son importantes, pero esta es especial, porque además de elegir a los alcaldes y concejales, vamos a elegir a los gobernadores por primera vez en nuestra historia y a los miembros de la Convención Constituyente que van a tener la responsabilidad de acordar y proponer una nueva constitución para Chile», destacó Piñera después de votar temprano a la mañana en un colegio de la comuna (barrio) santiaguina de Las Condes.
La presidenta del Senado chileno y del partido opositor Democracia Cristiana, Yasna Provoste, también hizo hincapié en lo histórico de esta cita electoral.
“Hoy asistimos a lo que consideramos no solo un derecho que es votar, sino asistimos también en la necesidad y en la esperanza de poder construir una sociedad distinta», aseguró a la prensa, luego de votar en la localidad de Vallenar, 550 kilómetros al norte de Santiago.
La tranquilidad del inicio de la jornada se mantuvo hasta el final, cuando a las 18 (19 hora argentina) más de 40.000 mesas distribuidas en más de 2.700 centros de votación a nivel nacional se cerraron y las urnas, selladas, pasaron a manos de las fuerzas de seguridad hasta el inicio mañana del segundo y último día de las elecciones.
«Todas las mesas entregan sus urnas y todas se van a una sola sala, que ya está definida, que es una sala de custodia”, explicó el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, a CNN Chile para que no haya dudas sobre la seguridad de los votos en esta elección tan particular que se desdobló por la pandemia de coronavirus.
Las urnas se sellarán con cintas entregadas por el Servicio Electoral (Servel) y se guardan en salas que también serán selladas y, en caso de que sean vulnerados cualquiera de los dos elementos, deberá presentarse una denuncia.
Delgado explicó que se puede verificar fácilmente si alguna fuese vulnerada o alterada en el transcurso de la noche: “El sello de la urna acusa cuando se abre porque deja una marca” y “la sala de custodia también tiene un sello que se pone en todas las puertas que también acusa si se abren”.
El Gobierno proyecta una participación de siete millones de ciudadanos, de los 14 millones habilitados según el Servel, pero en esta primera jornada la baja participación fue muy notoria.
Se notó en las pocas filas en los colegios y recintos dispuestos, pero a falta de una declaración oficial del Servel, se estima una participación de alrededor el 20% de las personas habilitadas, cuando se instalaron el 99,74% de las mesas en todo el país.
Chile recién está saliendo de semanas de estrictas restricciones por la pandemia y para fomentar la participación ciudadana, las autoridades habilitaron que los ciudadanos pudieran asistir a los establecimientos electorales sin necesidad de sacar un permiso como lo hacen usualmente en días de cuarentena, y el Metro de Santiago (subte) operó de forma gratuita.
Además de haber cuarentena vigente en toda la Región Metropolitana durante el fin de semana, estos dos días fueron declarados por el Gobierno como feriado irrenunciable, por lo que los comercios no pueden abrir -salvo que lo opere el mismo dueño del establecimiento-, lo que buscaba también a reducir la movilidad de las personas.
Aunque la jornada transcurrió sin grandes problemas, sí se registraron algunos puntuales.
En la comuna (barrio) de Quintero debieron despejar una mesa después de comprobar que uno de los vocales dio positivo por Covid-19 y de liberarla para desinfectarla. Además, en otros casos aislados tuvieron que detener a una decena de personas en diferentes localidades del país por negarse a cumplir su deber como vocales, e incluso dos personas fueron detenidas por presentarse borrachos.
Tras años de mucha convulsión y protestas sociales, el proceso electoral que comenzó hoy contó con el despliegue de más de 37.000 efectivos de los cuerpos seguridad, entre carabineros (policías) y militares.
Paralelamente, el Gobierno exigió a los votantes un protocolo sanitario que incluyó la toma de temperatura, llevar puesto un barbijo y otro de repuesto encima a la hora de asistir al centro de votación, además de alcohol en gel y una lapicera azul para poder firmar y marcar el voto.
Esta elección definirá el futuro de Chile porque se elegirán a las 155 personas que tendrán la tarea de redactar una nueva Constitución, que reemplace la Carta Magna escrita en 1980 durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet.
Además, el mapa político chileno sumará un nuevo cargo electivo con 16 gobernadores regionales, una figura que reemplaza a los intendentes, quienes históricamente eran designados por el Presidente de turno.
La cita electoral, asimismo, suma otro ingrediente inédito: una fuerte crisis sanitaria por la pandemia, que ya dejó más de 1,2 millones de contagios y casi 28.000 fallecidos por coronavirus en el país.
Chile elige a los primeros candidatos indígenas de su historia
Este fin de semana Chile tiene por primera vez una elección que transcurrirá en dos días, como medida preventiva para evitar aglomeraciones durante la pandemia, y la mayor cantidad de candidatos en una elección de su historia: 16.730 que se presentan a cuatro elecciones paralelas, alcaldes, concejales, gobernadores y también las elecciones a miembros de la Convención Constituyente que elaborarán una nueva Carta Magna. Así fue decidido de forma mayoritaria en un plebiscito que se pronunció en un 78% de los votos en esta opción.
La Convención Constituyente será paritaria, un hecho inédito en el mundo, y también será la primera vez que existan escaños reservados (17 de los 155 existentes) para los diez pueblos originarios chilenos, que presentan 95 candidaturas.
Será una elección paralela donde aquellos que figuran en el padrón electoral, -en la actualidad 1.239.295 personas de los más de 2,2 millones de personas que se autocalifican como tal- solicitarán una papeleta verde con el nombre de candidatos de pueblos originarios y no optarán por el resto de candidatos constituyentes.
De los 17 escaños reservados a estos colectivos, 7 serán para el pueblo originario más mayoritario en el país, los mapuche, 2 para el pueblo aimara y un escaño para el resto de los 10 pueblos originarios reconocidos (Rapa Nui, Quechua, Lican Antay o Atacameño, Diaguita, Colla, Kawashkar, Chango y Yagán o Yámana).
Elisa Loncon, académica, lingüista, especializada y dedicada a la enseñanza del mapudungún, la lengua originaria del pueblo mapuche, es una de los 39 candidatos mapuches que figurarán en la papeleta verde a los que pueden optar los descendientes de pueblos originarios en el país.
Lleva muchas semanas haciendo campaña y siguiendo con su activismo, defendiendo el derecho a que su lengua nativa tenga más espacio en colegios, universidades e instituciones chilenas.
“La discriminación es estructural, está instalada estructuralmente”, explica a France 24, “yo no tengo la posibilidad de hacer mis cátedras en lengua mapudungún, porque no me ponen un intérprete, en cambio viene un estadounidense y si se lo ponen”, expone.
“He dedicado mi vida a la revitalización de la lengua, haciendo clases en diferentes comunidades, localidades del Wallmapu y en espacios académicos”, dice Elisa en su biografia al presentar su candidatura.
La lengua, un derecho humano
“Las lenguas indígenas son parte de los derechos humanos fundamentales. Y en Chile, pese a que hay poco reconocimiento de los derechos lingüísticos y derechos humanos indígenas, sí se había avanzado en el reconocimiento de la lengua”, explica a France 24 Loncon, que se define como activista por los derechos educativos y lingüísticos por los pueblos indígenas.
“Somos independientes, no militamos en partidos políticos y somos críticos al colonialismo que ejercen las organizaciones no indígenas frente a las indígenas. No queremos paternalismos, nosotros somos conscientes de que podemos autodeterminar el futuro del pueblo mapuche y que podemos, incluso a nivel académico”, explica Elisa.
“Nosotros siempre hemos sido marginados, nunca hemos sido incorporados a las Constituciones chilenas por lo tanto lo que podemos aportar es sustantivo, es profundo, porque vamos con nuestros derechos colectivos, y también nuestra visión sobre el mundo que es la valoración de la naturaleza. Desde esa mirada, Chile está falto de la diversidad cultural, está falto de justicia porque el estado chileno llevó a cabo una política de genocidio” con los pueblos originarios, señala.
“Nuestro interés es llegar a la Constitución, en pos de esa justicia histórica, pero al mismo tiempo dar nuestras contribuciones como naciones originarias, vamos a aportar diálogo intercultural, vamos a aportar principios de vida y la filosofía que nosotros tenemos para la vida y para la convivencia con la naturaleza y la sociedad”, apunta en cuanto a su programa político.
Señalando los derechos de la naturaleza, “consideramos que la tierra es nuestra madre, es un ser vivo, que el agua es un ser vivo, que por lo tanto no podrían ser objeto de privatización y extractivismo que ha cometido en esto el modelo neoliberal” que rige en la actualidad en Chile, donde el agua y los territorios han sido privatizados”, explica.
Descolonizar mentalidades
“Esa es la manera de descolonizarnos también, por qué nosotros tendríamos que ir detrás de un pensamiento no indígena cuando el pensamiento indígena tiene plena validez en este siglo en que nos encontramos, no es un pensamiento anticuado, es un pensamiento que puede contribuir a tener una mejor sociedad”, argumenta.
Los candidatos mapuches se pronuncian, en su mayoría, por solicitar el reconocimiento de sus pueblos desde la plurinacionalidad de la Constitución. “Queremos reconocer a Chile como un estado plurinacional, que instala la convivencia intercultural, del respeto a los derechos y el conocimiento del otro, porque si Chile no aprende de nosotros nunca nos va a respetar”.
¿Son suficientes 17 escaños para los diez pueblos originarios? “Los escaños reservados fueron definidos por no indígenas”, por la elite política, afirma Loncon, “el pueblo mapuche tiene 1.700.000 miembros y vamos a estar representados con 7 escaños”, analiza.
“Estoy esperanzada, este es un sueño, es un sueño del pueblo mapuche que yo escuché desde pequeña, y que bueno que en el tiempo que llevo de vida también lo he acariciado y lo he vuelto a soñar y yo creo que algo alcanzaremos en este primer intento de tener los escaños reservados”.
Una nueva página de la historia chilena y de sus pueblos originarios comenzará a escribirse el lunes 17 de mayo.