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Importantes ensayos

Bacterias intestinales, carnes rojas y riesgo cardiovascular


Dos estudios que se publicaron recientemente explican los mecanismos implicados en la asociación entre el consumo de carnes y el riesgo de enfermedad cardiaca. El portal Abc Salud, explica en uno de sus artículos lo siguiente:

«Los ensayos llevados a cabo por investigadores de la Clínica Cleveland(EE.UU.) desvelan el papel que desempeñan las bacterias intestinales en ese proceso, en concreto el compuesto TMAO (N-óxido de trimetilamina), un subproducto de bacterias intestinales que se forma durante la digestión, que puede conducir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como infartos o ictus. Los resultados podrían servir para desarrollar nuevos tratamientos para interrumpir este proceso antes del desarrollo y la progresión de la enfermedad cardiovascular.

En 2013, este mismo grupo publicó por vez primera que las bacterias intestinales en el sistema digestivo pueden ser responsables de que las carnes rojas aumenten dos sustancias químicas asociadas con la enfermedad cardiaca, la L-carnitina (un nutriente que se puede medir en la sangre ) y una sustancia llamada trimetilamina-N-óxido o TMAO, producida por las bacterias en el tracto digestivo a partir de L -carnitina, y vinculado a los principales eventos cardíacos.

Estos datos podrían aclarar por qué las dietas ricas en carnes rojas se asocian con un mayor riesgo cardiovascular, ya que el contenido de colesterol y grasas saturadas en la carne roja no parece ser suficiente para explicar el aumento de los riesgos cardiovasculares. Hata ahora, esta discrepancia se ha atribuido a diferencias genéticas, a una dieta alta en sal que se asocia a menudo con el consumo de carne roja, e incluso, posiblemente, el proceso de cocción.

El contenido de colesterol y grasas saturadas en la carne roja no parece ser suficiente para explicar el aumento de los riesgos cardiovasculares

La L-carnitina se encuentra de forma natural en las carnes rojas, pero también es un suplemento dietético disponible en forma de píldora y un ingrediente común en las bebidas energéticas.

La primera de las dos investigaciones, publicada en el « European Heart Journal», y dirigida por Stanley Hazen’, muestra que una dieta rica en carnes rojas como fuente primaria de proteínas aumenta significativamente los niveles de TMAO en circulación, en comparación con dietas de carne blanca o sin carnes como fuentes de proteínas.

Aterosclerosis

La investigación, que incluyó a 113 participantes, mostró que el consumo crónico de carnes rojas mejoró la producción de TMAO por microbios intestinales y redujo la eficiencia de los riñones a la hora de expulsarla. Tanto una mayor producción como una reducción en la eliminación causadas por una dieta de carne roja contribuyen al incremento de los niveles de TMAO, que se ha relacionado con el desarrollo de aterosclerosis y complicaciones de enfermedades cardiacas.

El equipo de Haze ya había demostrado -« Nature Medicine»-, que los altos niveles de TMAO en sangre son un predictor de un mayor riesgo de ainfarto, ictus y muerte.

El nuevo trabajo también reveló el hallazgo inesperado de que las opciones dietéticas crónicas de un participante impactaron en la función renal al alterar la efectividad de los riñones para expulsar compuestos. Por ejemplo, mientras que una dieta de carne roja disminuyó la excreción de TMAO, la dieta de carne roja aumentó la eficiencia de la excreción de carnitina y otros metabolitos derivados de carnitina.

«Sabemos que los factores del estilo de vida son críticos para la salud cardiovascular -explica-. Estos hallazgos proporcionan nuevas evidencias de cómo la dieta puede ser una estrategia de tratamiento eficaz para reducir los niveles de TMAO y disminuir el riesgo de enfermedad cardiobvascular».

En el otro estudio coordinado por Hazen, publicado en « Journal of Clinical Investigation», se desvela una nueva diana potencial para prevenir enfermedades cardiovasculares al profundizar en una vía microbiana intestinal que convierte la carnitina en TMAO.

Los científicos descubrieron que la carnitina, un nutriente abundante en la carne roja y algunas bebidas y suplementos energéticos, se convierte en TMAO en el intestino a través de un proceso de dos pasos facilitado por distintas bacterias intestinales. El primer paso es similar tanto en los omnívoros (comedores de carne) como en los veganos/vegetarianos. Pero el segundo, la formación de TMAO mejora significativamente en los omnívoros.

Los investigadores demostraron que un suplemento diario de carnitina puede inducir la producción de TMAO, incluso en veganos y vegetarianos que continúan comiendo sus dietas normales. A principios de este año, este equipo publicó un trabajo en el que se mostraba una nueva clase de fármacos para la prevención de enfermedades cardiacas y el riesgo de coagulación al interrumpir la vía microbiana por la cual la colina se convierte en TMAO.

El equipo de Hazen comparó el impacto de los suplementos orales diarios de carnitina en omnívoros versus vegetarianos/veganos. Al inicio, los veganos/vegetarianos mostraron una capacidad limitada para producir TMAO a partir de carnitina, mientras que los omnívoros produjeron rápidamente TMAO. Después de un mes de suplementación, ambos grupos mostraron una mayor capacidad para producir TMAO.

«Es sorprendente que los veganos y los vegetarianos puedan producir TMAO a partir de la carnitina dietética. El nuevo hallazgo sobre la vía inducida por la ingesta de carnitina, incluso si solo se proporciona como un suplemento en forma de cápsula, proporciona información clave sobre posibles nuevas intervenciones para inhibir TMAO, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares», añade Hazen.