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Ayuno intermitente: advierten que puede provocar «efectos negativos» en la salud


La práctica de abstenerse al consumo de alimentos durante un periodo determinado se ha vuelto muy popular

Por Sofía Dalonse

En los últimos años, el ayuno intermitente es una de las tendencias más utilizadas para bajar de peso. Este régimen alimenticio que puede ser utilizado junto con una restricción calórica para perder peso consiste en alternar períodos de ayuno y alimentación. La práctica de abstenerse al consumo de alimentos durante un periodo determinado se ha vuelto muy popular.

Sin embargo, muchos especialistas la desestiman y consideran que puede generar efectos negativos en la salud. Asimismo, aseguran que aún «no hay suficiente trabajo científico» para considerar que sea una herramienta nutricional adecuada. Así lo señalo la especialista Daniela Echave y sostuvo que es una «dieta de moda» que a realizarse sin la supervisión de un especialista puede generar riesgos importantes.

La nutricionista aseguró que está probado que los ayunos intermitentes generan un estrés: «Esto produce un estado de alerta en el cuerpo y como consecuencia puede generar grasas o disparar otras patologías como alteración de tiroides, desarrollo de colesterol o presión alta».

En este sentido, afirmó que cuando se hace un ayuno intermitente «prolongado y sin control ni asesoramiento» puede ocurrir este desequilibrio en el cuerpo, producto del estrés.

Asimismo, añadió como desventajas de su práctica: irritabilidad, ansiedad, problemas del sueño, falta de concentración, cefaleas, déficit nutricionales, mal aliento, la sensación de pesadez o digestiones pesadas, la presencia de hipoglucemias, o la dificultad para maximizar el rendimiento deportivo.

Por otra parte, señaló que quienes presentan patologías como diabetes, gastritis, reflujo gastroesofágico, trastornos de conducta alimentaria, patología tiroidea mal controlada, o pacientes malnutridos que necesiten aumentar de peso, la estrategia de ayuno está contraindicada, así como en niños, adolescentes, durante el embarazo y en la lactancia, pues se puede comprometer su correcto crecimiento y desarrollo.

Para Echave, la alimentación tiene que ser «ordenada y equilibrada» y, según indicó, el ayuno «no es parte de la educación alimentaria, no es natural». En la misma línea, destacó que si bien hay organismos y profesionales que están a favor, la Organización Mundial de la Salud aún no la ha avalado como mecanismo para descenso de peso.

«La OMS determina que para tener una vida sana hay que tener una alimentación variada, equilibrada y ordenada. Es necesario consumir alimentos de todo tipo, consumir agua, el complemento de 40 min como mínimo de actividad física 40 minutos diarios como mínimo y un sueño reparador mínimo de 6 horas».

Y continuó: «Como resultado de eso vamos a tener un peso saludable, que podamos mantener y principalmente que no nos traiga ningún tipo de enfermedad»

En la misma línea, remarcó que los ayunos están en investigación: «Falta información, me parece irresponsable implementarlo si no hay estudios suficientes; no se puede probar con la salud de las personas».

Al concluir, manifestó: «Creo que le estamos generando un estrés innecesario al cuerpo que lo podríamos evitar realizando las cuatro comidas y obtener los mismo resultados sin la necesidad de estar tantas horas sin comer y después comer grandes cantidades o desmedidas. El comer genera satisfacción, baja estrés; es un momento agradable y no hay necesidad de restringirlo por tanto tiempo».