Ciudad

Avioneta que se estrelló en planta de Air Liquide «podría haber generado una tragedia peor que la de calle Salta»


Referentes de Bomberos Zapadores y Voluntarios de Rosario coinciden en las consecuencias que podría haber dejado si la aeronave chocaba contra los tanques de combustible

El viernes pasado, una avioneta Cessna 152 se estrelló en la planta de Air Liquide, en la zona oeste de Rosario. El siniestro ocurrió cerca del mediodía, cuando la aeronave, piloteada por Juan Manuel Medina, de 46 años, impactó en la parte posterior del predio. Medina falleció en el acto. El vuelo había despegado del Aeroclub Rosario sin autorización para volar en zonas urbanas.

Lo que pudo haber sido una tragedia mayor fue evitado por la intervención de varios factores fortuitos. La planta de Air Liquide, una distribuidora de gases industriales y medicinales, almacena tanques de acetileno, hidrógeno y oxígeno a presión, todos ellos altamente explosivos. Según Carlos Rusi, jefe de los Bomberos Zapadores de Rosario, una explosión en ese lugar podría haber desencadenado un desastre de proporciones catastróficas, posiblemente peor que la tragedia de calle Salta 2141, que dejó 22 muertos hace once años cuando explotó y se derrumbó el edificio tras la explosión por pérdida de gas.

Rusi explicó que dos factores clave evitaron el desastre: una columna que desvió el vuelo de la avioneta, evitando un impacto directo en el galpón donde se almacenan los gases, y el hecho de que el tanque de combustible de la aeronave, con capacidad para unos 100 litros, no explotó al chocar. «Es difícil de explicar por qué el tanque no explotó», comentó el comisario, quien destacó la suerte como un elemento decisivo para evitar una tragedia mayor.

«Hubiera generado una explosión de grandes proporciones», dijo Rusi. Y explicó que técnicamente, el combustible gaseoso almacenado en la planta son altamente explosivos, como el acetileno y el hidrógeno. «Si alguno hubiera estallado, se podría haber generado lo que se llama una explosión por simpatía», generando toda una serie de siniestros en cadena. El resultado, dijo, «es difícil de calcular», pero «podría haber sido una tragedia peor que la de calle Salta», aseguró.

El siniestro está siendo investigado por la Justicia provincial y la Junta Nacional del Transporte (JST). Las autoridades están recabando testimonios de testigos y allegados al piloto, y se espera un informe preliminar en los próximos 30 días que ayude a esclarecer las causas del accidente. Entre las hipótesis que se manejan, se investiga la posibilidad de que Medina haya estrellado la avioneta de forma intencional, aunque esta teoría aún no ha sido confirmada.

La palabra de Bomberos Voluntarios

Cristian Azula, subcomandante de Bomberos Voluntarios y jefe de la Brigada Provincial de Materiales Peligrosos, reveló la magnitud de la catástrofe que Rosario podría haber enfrentado el viernes pasado cuando una avioneta Cessna 152 se estrelló en la planta de Air Liquide. Según una simulación basada en modelos matemáticos, de haber explotado los tanques de gases en el lugar, la onda expansiva habría alcanzado un radio de 62 metros, con una zona mínima de evacuación de 900 metros a la redonda.

Azula, en diálogo con Radio 2, señaló que «pudo ser peor de lo que vivimos en calle Salta», en referencia a la explosión de gas que hace once años acabó con la vida de 22 personas en Rosario. «Estaríamos trabajando hasta hoy mismo en esa situación», aseguró.

El análisis se centra en la hipótesis de que la avioneta, piloteada por un ex empleado de Air Liquide y que presuntamente se estrelló de manera intencional, podría haber impactado directamente contra los tanques de oxígeno. Según Azula, la presencia de otros gases como hidrógeno, nitrógeno y dióxido de carbono en la planta aumentaba el riesgo de una explosión catastrófica.

La simulación matemática realizada por el especialista contempló solo el impacto del oxígeno, el cual «no es peligroso en sí, pero podría haber contribuido al fuego y a la explosión», explicó Azula. La combinación del combustible y aceite del avión, sumado a la liberación de oxígeno y la presencia de una chispa, podría haber generado una explosión devastadora.

Azula explicó que «los tanques pueden salir disparados como proyectiles, extendiendo el fuego a otras áreas». En una situación de esas características, las autoridades ya tenían preparados los protocolos de evacuación y respuesta de emergencia, que incluyen la intervención de brigadas específicas del Ejército y la Policía.

Afortunadamente, la tragedia fue evitada gracias a que una columna desvió la trayectoria de la avioneta, impidiendo que impactara directamente contra los tanques. No obstante, el siniestro continúa siendo investigado por la Justicia provincial y la Junta Nacional del Transporte (JST), mientras la comunidad reflexiona sobre el peligro que estuvo a punto de desatarse en Rosario.