Ciudad

Avanza un proyecto para que en Rosario se prohíban los criaderos de perros y gatos


CLG dialogó con Eduardo Toniolli, autor de la iniciativa que plantea prohibir nuevas habilitaciones y darles un plazo de cinco años a los ya existentes

La Comisión de Ecología del Concejo Municipal dio despacho este lunes a un proyecto de ordenanza que plantea la prohibición de la instalación de nuevos criaderos de animales domésticos en Rosario, y establece la caducidad de los existentes dentro de cinco años. CLG dialogó con Eduardo Toniolli, autor de la iniciativa, quien advirtió que en la ciudad «hay una superpoblación de animales domésticos».

El objetivo del proyecto es impedir que se instalen nuevos criaderos y que en un plazo de cinco años dejen de funcionar los ya existentes, modificando la ordenanza Nº 7.445/02 sobre tenencia, control y protección y permanencia en lugares de uso público de animales de compañía.

«Se trata de una iniciativa que presentamos hace un tiempo y que acaba de tener despacho en la Comisión de Ecología que promueve y complementa una política de control poblacional de animales domésticos», comenzó explicando el concejal Toniolli.

«Las políticas que tiene el Municipio tienen que ver por un lado con las esterilizaciones masivas y por otro con las políticas de adopción y cuidado responsable. En ese sentido en 2017 presentamos dos proyectos de ordenanzas (9793 y 9794) que apuntan precisamente a generar un protocolo de admisión, permanencia y adopción responsable en el Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa), y entendemos que tiene que haber una tercera pata que atienda a la oferta que significan los criaderos de animales domésticos», agregó.

En ese marco, el edil se refirió a la cantidad de perros y gatos que hay actualmente en Rosario, y lo contrapuso con la existencia de criaderos: «Resulta contradictorio tener una ciudad con superpoblación de animales domésticos, según lo establecen distintos estudios de ONGs especializadas en la materia, y por el otro lado habilitar lugares que se dedican a la reproducción de animales, sin entrar en el detalle de la enorme ilegalidad que hay en el rubro, las situaciones de maltrato y demás que es para otro enorme capítulo. Lo que cuestionamos es que se sigan habilitando las figuras de los criaderos».

Además, Toniolli aseguró que la prohibición de criaderos es una tendencia mundial: «En el mundo es un proceso que de alguna manera se está dando por cerrado: en Inglaterra hay una prohibición total, en algunos estados de Estados Unidos lo mismo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el año pasado se avanzó en ese sentido».

«Nosotros entendemos que una ciudad que está desbordada en su población de canes y felinos debería pensar seriamente en ejercer un mayor control en los establecimientos que ya están habilitados, en segundo lugar no dar más habilitaciones, y en tercer lugar de acá a cinco años establecer la caducidad de todas las habilitaciones. Entendemos que es un planteo profundo y que merece un debate por parte del Estado Municipal», advirtió.

En ese sentido, Toniolli aseguró que con esta iniciativa también se busca promover la adopción responsable, «no sólo generando la oferta por parte del Municipio, sino también limitando la oferta ligada a los criaderos».

Con respecto a la posibilidad de que a partir de la prohibición aparezcan nuevos criaderos clandestinos, expresó: «La clandestinidad ya existe en el rubro, evidentemente no han habido los controles necesarios. Entendemos que por supuesto hecha la ley, hecha la trampa, por lo que a partir de esto deberán incentivarse y sostenerse mucho más las inspecciones. Además, castigarse duramente según lo establecen las leyes vigentes los casos de maltrato animal y demás».

«En ese caso lo que intentamos es darle un marco a una ciudad que ya en 1992 se declaró no eutanásica, por lo que a partir de eso comenzó con las esterilizaciones masivas y que necesitan de alguna manera mejorar sus normas para intentar morigerar esa superpoblación de animales domésticos», concluyó.