"Hasta que no vacunemos a la última persona, no vamos a llegar a esa inmunidad", aseveró a CLG el infectólogo rosarino Antonio Montero
«Agosto es el mes de las segundas dosis». Con esa frase la ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martorano, dejó en claro cuál es la estrategia para este mes en términos de la campaña de vacunación contra el coronavirus. Efectivamente, el Ministerio informó que en la última semana más de 210 mil santafesinos completaron su esquema de vacunación. En Rosario, hasta el viernes el 91% de la población mayor a 18 años había recibido la primera dosis y el 32% la segunda. Los especialistas indican que la inoculación ya empezó a hacer efecto en los números epidemiológicos, y es por eso que se vuelve a hablar de un término que se utilizó mucho durante el 2020: la inmunidad de rebaño. En ese sentido, CLG dialogó con Antonio Montero, médico infectólogo del Centro de Medicina Tropical y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR, quien analizó la situación actual.
Según los datos publicados por la Secretaría de Salud, hasta este domingo Rosario había aplicado un total de 980.747 vacunas contra el coronavirus, inoculando a 693.363 personas. Desde esta semana se continua con la inoculación, priorizando la aplicación de segundas dosis. Para ello, en toda la provincia se entregaron 50 mil turnos para este lunes y martes.
En primer lugar, Montero se refirió a los números que arroja la campaña de vacunación a nivel nacional: «En el país tenemos entre 29 y 30 millones de personas vacunadas con la primera dosis, y unos diez millones con las dos dosis. Esto deja un número importante de gente por vacunar, lo ideal sería tener a los 45 millones todos vacunados. De todas maneras es una cifra significativa, considerando que hay cientos de países que aún no vieron una vacuna».
«Es un número que parecería que comienza a reflejarse en los nuevos casos. El último día el Ministerio de Salud de la Nación informó un número de contagios que está muy lejos de los 20.000 casos diarios a los que nos tenían acostumbrados. Si bien durante los fines de semana quienes cargan los datos se relajan bastante y subnotifican mucho, es un número muy reducido», aseguró el especialista.
Es por eso que, ante la baja de casos y el avance de la vacunación, vuelve a aparecer en escena un término muy utilizado durante el 2020: la inmunidad de rebaño. Al principio de la pandemia, la mayoría de los especialistas anunciaban que el objetivo era conseguir la inmunidad de rebaño. Se señalaba que, con el 60 o el 70% de las sociedades inmunizadas, por contagio o por vacuna, el Covid-19 dejaría de circular. Sin embargo, las nuevas variantes más contagiosas hacen que, incluso en aquellos países con altos índices de vacunación, los casos continúen a la suba. Tal es el ejemplo de Israel o Reino Unido.
En ese sentido, Montero se mostró escéptico: «La ‘inmunidad de rebaño’ es una expresión que no me gusta, porque viene de la veterinaria y se refiere a otro tipo de animal y a una vacuna que no es la nuestra, por ejemplo, un lote de vacas inmunizadas contra la brucelosis. Aplicar esto a una pandemia me parece disparatado, en primer lugar porque no sirve. Ojalá me equivoque, pero digo que no sirve porque la covid es una enfermedad muy contagiosa y para lograr lo que se dice ‘inmunidad de rebaño’ no se necesitaría un 70% de inmunizados, sino un 100%».
«Hasta que no vacunemos a la última persona, no vamos a llegar a esa inmunidad. En el estado actual, la covid es una enfermedad que se comporta como una pandemia que está transmitiéndose entre no vacunados. El número de casos en vacunados es mínimo, por lo que todos los casos que estamos viendo es de una epidemia que avanza entre no vacunados», explicó.
Respecto a esto, el infectólogo rosarino insistió: «A la pandemia la vamos a superar cuando tengamos vacunada a toda la población con las dos dosis. Excepto las de tecnología de virus muerto que son menos eficaces, con una dosis las vacunas transfieren un 80% de protección y con dos un 95%, aproximadamente».
«Por cómo viene esta enfermedad y por su alta contagiosidad, no da la impresión de que vaya aflojar hasta que lleguemos a un número elevadísimo de vacunados, a quienes hay que sumarle quienes ya padecieron la enfermedad», ahondó.
Por otra parte, Montero se refirió al ingreso de la variante Delta al país y a su posible circulación comunitaria: «A la variante Delta la han pintado como el Demonio de Tasmania porque es altamente transmisible, afecta más a los niños y adultos jóvenes, y pueden causar enfermedades graves en ellos. Personalmente, no creo que llegue a hacer muchos estragos si seguimos a este ritmo de vacunación. De todas maneras, hay que advertir que la vacuna no termina el problema y hay que continuar con los cuidados».