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Avances y novedades para pacientes con leucemia mieloide crónica


Una nueva opción terapéutica para pacientes con leucemia mieloide crónica (LMC) fue presentada en la Argentina, abriendo nuevas esperanzas y alternativas para personas con la enfermedad.

Durante septiembre se fomenta a nivel mundial la concientización sobre la leucemia mieloide crónica y en ese marco se anunció la reciente llegada al país de «Ponatinib», una nueva opción terapéutica para pacientes con leucemia mieloide crónica que no responden a tratamientos previos o que tengan mutación T315I.

La LMC es un tipo de cáncer que se origina en las células productoras de la sangre. Originado en las células que producen la sangre, la leucemia puede recibir el nombre de «mieloide» o «linfoblástica», dependiendo de las células a las que afecte inicialmente.

En ambos casos, por causas que aún se desconocen, las células afectadas no logran madurar normalmente y se dividen más rápido de lo esperable formando nuevas células leucémicas que se acumulan en la médula ósea y luego salen al torrente sanguíneo causando el aumento de glóbulos blancos en la sangre.

Una vez en la sangre, las células leucémicas pueden propagarse a otros órganos y evitar el normal funcionamiento de otras células.

Si bien no se conoce su incidencia, los especialistas coinciden en que crecerá en los próximos años debido al envejecimiento de la población y a los avances en la ciencia que permiten la llegada de nuevas opciones terapéuticas que mejoran la expectativa y calidad de vida de los pacientes.

«Para 2050 se multiplicarán por diez los pacientes con leucemia mieloide crónica ya que afortunadamente gracias al avance de la ciencia y la medicina las personas viven más tiempo», destacó el Dr. Javier Pinilla Ibarz, director de Inmunoterapia del Departamento de Oncohematología del Moffitt Cancer Center de Tampa, Florida, Estados Unidos.
La LMC es uno de los tipos más frecuentes de leucemias, mayoritariamente aparece en personas mayores de 65 años y sólo en un pequeño porcentaje lo hace en niños y adolescentes.

Se llama así porque afecta a las células mieloides y porque su desarrollo es lento (de ahí que recibe el nombre de crónica).

En cuanto a sus síntomas, este tipo de leucemia suele ser asintomática y en consecuencia descubierta tras realizar un estudio de sangre, sin embargo existen algunos indicadores comunes en la mayoría de los pacientes.

«La mayoría de los pacientes refieren en su primera consulta con el hematólogo algunos síntomas como sensación de cansancio, malestar después de comer, sudor nocturno, dolor de huesos y músculos y pérdida de peso; todos síntomas que pueden ser atribuidos a otras enfermedades», explicó Beatriz Moiraghi, médica de planta del Servicio de Hematología del Hospital JM Ramos Mejía de la Ciudad de Buenos Aires.

De ahí que la importancia de la prevención para detectar la enfermedad en estadios tempranos.

«Podemos detectar precozmente la leucemia mieloide crónica realizando los estudios típicos de rutina como un hemograma. La visita periódica al médico clínico y la realización de este tipo de estudios nos permitirá detectar cualquier anomalía y actuar en consecuencia», agregó por su parte la médica hematóloga Carolina Pavlovsky, jefa de Investigación Clínica en Fundaleu.