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Avances en la Cumbre del G20 de Finanzas para fijar un impuesto global a las multinacionales


Durante el encuentro de los diecinueve países más ricos del mundo y la Unión Europea, bajo la presidencia italiana, se analiza también el "Marco común para el Tratamiento de la Deuda"

La cumbre de ministros de finanzas y banqueros de los países miembros del G20 avanzó hoy en Venecia en el debate para imponer un impuesto mínimo global de al menos 15% sobre los beneficios de las multinacionales y acabar con los paraísos fiscales y el «dumping fiscal».

Durante el encuentro de los diecinueve países más ricos del mundo y la Unión Europea, bajo la presidencia italiana, se analiza también el «Marco común para el Tratamiento de la Deuda», que contempla la reducción de las cargas de la deuda para los países con mayores dificultades.

Los países del G20 adhirieron todos, el pasado 1 de julio, a la reforma tributaria bajo la égida de la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE), pero deben llegar también a sellar «un acuerdo político».

Negociada desde hace años, la reforma se centra en dos pilares: fijar una tasa mínima global y crear un sistema orientado a distribuir los impuestos a las multinacionales de manera más justa, según las ganancias obtenidas en cada país, más allá de su sede.

Tanto el ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, como el argentino, Martín Guzmán, están a favor de una tasa mínima global superior del 15%: «Pensamos que un impuesto global de al menos el 15% es un paso muy positivo, pero claro que más sería mejor», declaró Guzmán.

La declaración ha sido firmada hasta el momento por 131 de los 139 miembros del grupo de trabajo denominado «marco inclusivo» de la OCDE que agrupa a países avanzados y emergentes.

El ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, cuyo país preside el G7, pidió el viernes a sus homólogos del G20 que «se movilicen» y «garanticen que los detalles finales del acuerdo se definan para octubre».

Estados Unidos y Alemania también están a favor de una tasa superior al 15% pero tienen pocas ilusiones de que se logre aumentar.

El G20 también quiere apoyar la iniciativa del Fondo Monetario Internacional (FMI) de incrementar la ayuda a los países más vulnerables, con una nueva emisión de los derechos especiales de giro (DEG), por un monto de US$ 650.000 millones, considerado por su directora, Kristalina Georgieva, «un viento fresco para el mundo».

En abril de 2020, el G20 decidió una moratoria del pago de intereses de la deuda de los países más pobres y la prorrogó en la última reunión de abril de 2021 hasta finales de año.

«Los países desarrollados deben mostrar una solidaridad que va más allá de las meras palabras, a través de acciones concretas», pidió hoy en un mensaje al G20 el secretario general de la ONU, António Guterres.

«Los próximos seis meses serán cruciales. Les pido que trabajen juntos para construir una fuerte recuperación pospandemia, para fortalecer la economía global y prevenir un cambio climático catastrófico», instó.

En este sentido, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, puso sobre la mesa el tema del cambio climático: «Hay que descarbonizar» la economía global, «ese es el principal desafío para la política internacional», dijo y recordó que los países del G20, en efecto, son responsables del 80% de las emisiones.