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Avalancha en Brasil: «Esto es una catástrofe ambiental»


CLG dialogó con Carolina Acosta, licenciada en Gestión Ambiental, sobre las posibles consecuencias que generará el derrame en en el país vecino y las que ocurren en torno a los complejos mineros

El pasado viernes se rompió una represa de la minera Vale en el estado brasilero de Minas Gerais y las consecuencias humanas, hasta el momento, fueron altas: al menos 37 muertes y más de 400 personas continúan desaparecidas. Sin embargo, poco se conoce del impacto que tendrá en el medio ambiente. CLG dialogó con Carolina Acosta, licenciada en Gestión Ambiental, sobre las posibles consecuencias que generará el derrame en Brasil y las que ocurren en torno a los complejos mineros.

«La minería tiene intrínsecamente impactos ambientales. No existe la minería sustentable. La población y el ecosistema termina afectado. Los proyectos de megaminería son de corto plazo (15 o 30 años) y producen contaminación que dura unos 100 años», resumió la también asesora y consultora.

El agua disminuye en su cantidad y la que queda «se contamina», al conformarse diques como el que se rompió. «Así mismo, estas represas no tienen mantenimiento adecuado porque ya se conoce que siempre hay fisuras y pocos controles y empiezan a generar filtraciones hacia el exterior», agregó.

Acosta remarcó que el mayor peligro en el caso del último derrame de la Minera Vale es que «los contaminantes lleguen a las cuencas de los ríos cercanos y terminen desembocando en el mar» y aclaró que, como en toda situación similar, «hay incertidumbre en cuanto a la gravedad del impacto».

La licenciada reparó en las palabras del presidente de Brasil y refutó: «Bolsonaro dijo que es una tragedia humana, pero no. En absoluto es así. Es una catástrofe ambiental y, como tal, destruye al humano, la fauna, la flora y todo el ecosistema«.

Según analizó, la salud de los trabajadores estará completamente afectada y «más allá de las contenciones que puedan hacerse ahora por parte del Estado, el impacto ambiental puede llegar hasta los 100 años».

«Es muy difícil que en poco tiempo la naturaleza pueda absorber y neutralizar el contaminante«, afirmó.

Al tiempo, sostuvo que esto es un «problema político» ya que, luego del derrame en 2015 por parte de la misma empresa en el territorio de Mariana, «hubo un proyecto que se generó para poner más restricciones y controles a la actividad minera. El mismo llegó al Senado y no fue aprobado». Acosta aseguró que no prosperó porque los legisladores «recibieron dinero de estas grandes empresas» y que dicha situación se da en todo el mundo. «Es un tema de corrupción también«, manifestó.

«La amazonia está siendo atacada más que nada por este gobierno, que cuando asumió prometió que iba a eliminar los organismos de control de territorio para avanzar con los agronegocios y las mineras. Desde Argentina, con estas cosas, deberíamos darnos cuenta que puede pasar también acá. En Catamarca tenemos también muchos diques de contención de residuos, como en distintas provincias», opinó la asesora.