Para la Justicia, Diego pudo haber fallecido entre el martes a las 23 y este miércoles a las 11.30
La Fiscalía General de San Isidro, que encabeza la investigación por la muerte de Diego Maradona, determinó hoy que el astro pudo haber fallecido entre el martes a las 23 y ayer a las 11.30, ya que el último que lo vio con vida fue su sobrino en la víspera.
Si bien la hora del deceso se oficializó a las 13.20, la última vez que se lo vio consciente fue el martes a las 23, según declaró su sobrino Jonathan Espósito, hijo de Claudio «La Morsa» Espósito y de su hermana Betty.
En ese sentido, este miércoles a las 11.30 llegaron a la vivienda el psicólogo y la psiquiatra personal de Maradona, quienes ingresaron en primer término a la habitación, aunque en la casa ya estaban su sobrino, su asistente, un empleado contratado para su seguridad física, una enfermera y una cocinera.
Los dos profesionales «se dirigieron verbalmente, pero Diego Armando Maradona, que aparentaba estar dormido, no respondía, por lo que son convocados el sobrino y el asistente quienes lo intentan despertar y sin observar, en principio, la existencia de signos vitales requieren la presencia de la enfermera y la psiquiatra quienes le realizan maniobras de RCP infructuosas».
Enseguida, solicitaron la presencia de ambulancias de distintas prestadoras y en ese interín piden un médico en la guardia concurriendo un cirujano vecino del barrio, quien prosiguió con maniobras de reanimación.
Luego llegaron las ambulancias a cargo del médico clínico de la prestadora de salud y éste prosiguió con las maniobras, al tiempo que aplicó ampollas de adrenalina y atropina, constatando finalmente el deceso del causante.
El fiscal General de San Isidro, John Broyad, dispuso en primer término la creación de un grupo de trabajo, conformado por los agentes fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra para que coordinadamente realicen las diligencias que sean menester.
El curso de las directivas y diligencias en todo momento fueron supervisadas por el Procurador General Julio Conte Grand.
Posteriormente, los fiscales actuantes se presentaron en el lugar del hecho, ubicado en el Barrio Privado San Andrés, ubicado en la localidad de Benavídez.
Desde allí se dispuso la realización simultanea de medidas tendientes a establecer las circunstancias que rodearon el deceso, la preservación del lugar del hecho y la contención de los familiares, con la presencia de personal del Centro de Asistencia a la Víctima dependiente de esta Fiscalía General.
En ese contexto, a las 16 personal jerarquizado de distintas delegaciones dependientes de la Superintendencia de Policía Científica realizó su labor en la vivienda supervisada por los fiscales actuantes.
Luego se dispuso el traslado del cuerpo a la Morgue de San Fernando, donde a las 18 comenzó la autopsia al cuerpo de Maradona.
Asimismo, se dispuso nueva distribución del trabajo, siendo que parte del personal se abocó a recibir las declaraciones testimoniales en la sede de la Fiscalía de Benavídez, donde surgió el dato de la última vez que vieron a Diego con vida.
En tanto, otro grupo de fiscales y funcionarios se dirigió al Hospital de San Fernando para presenciar la autopsia.