El jefe de Gobierno había anunciado que el país estaba "al comienzo de la segunda ola" de la pandemia
Un paquete de medidas sanitarias y de distanciamiento social entró en vigor este lunes en Austria con el objeto de detener la propagación del coronavirus, una semana después de que el jefe de Gobierno, el canciller federal Sebastian Kurz, anunciara que el país estaba «al comienzo de la segunda ola» de la pandemia.
A partir de este lunes, el uso de mascarillas será obligatorio en más espacios, como el transporte público, los mercados interiores y exteriores, así como para el personal y los visitantes de los restaurantes, excepto para quienes utilicen mesa desplegadas en la calle, dijo el Ministerio de Salud en un comunicado.
Los establecimientos comerciales de venta de comida deberán cerrar sus puertas y todos los eventos sociales deberán terminar a la 1 de la mañana, mientras en el día los espectáculos realizados en el interior de los locales y sin asientos asignados se limitarán a 10 personas, mientras al aire libre el máximo será de 100, informó la cadena BBC.
El país experimentó un número creciente de casos este mes y ya acumula 38.794 hasta ahora, según el Ministerio de Salud. Las muertes en el país, en tanto, son 765. La capital, Viena, es la más afectada, con 13.301 casos.
Varias partes de Austria fueron clasificadas como áreas «naranjas» bajo el sistema de semáforos pandémicos del país, lo que indica un «alto riesgo». Austria vino reintroduciendo paulatinamente en las últimas semanas la obligatoriedad de usar mascarilla en el ámbito público, como en comercios, mercados, celebraciones religiosas, transporte público y establecimientos estatales.
El incremento de los casos en la capital austriaca llevó a las autoridades de Alemania y Bélgica a declarar Viena como zona de riesgo y a recomendar a sus ciudadanos que no viajen allí.