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Aterrador

Así son los Aghoris, la secta caníbal indiferente al dinero


Resulta difícil creer que la traducción de la palabra aghori significa “no aterrador”, ya que tal y como lo dio a conocer el medio digital mexicano La Verdad, esta secta india se alimenta de carne humana, beben de los cráneos y andan desnudos en sus rituales.

«El principio subyacente de su práctica es trascender las leyes de la pureza para alcanzar la iluminación espiritual y ser uno con Dios», explicó James Mallinson, quien enseña estudios sánscritos e indios clásicos en la Escuela de Estudios Africanos y Orientales de Londres.

Mallinson, educado en Oxford y Eton, también es un mahant o gurú ordenado, con un culto ascético diferente. Su grupo es más dominante y cumple con las leyes de pureza, lo que significa que las prácticas Aghori están prohibidas.

«Su camino hacia el progreso espiritual involucra prácticas locas y peligrosas, como comer carne humana e incluso sus propias heces. Pero creen que al hacer estas cosas que otros evitan, alcanzan un mayor estado de conciencia», añadió.

Origen

Las tradiciones que se practican hoy parecen ser de origen reciente: la palabra Aghori comenzó a ganar fuerza solo durante el siglo XVIII. Pero han asimilado una serie de prácticas de los temidos ascetas Kapalikas (literalmente «portadores de cráneos»), que se han documentado desde el siglo VII.

La mayoría de las veces viven aislados y no confían fácilmente en los forasteros. Ni siquiera mantienen contacto con miembros de su propia familia y la mayoría de ellos provienen de castas más bajas. «Uno puede encontrar una gran variedad en términos de logros intelectuales. Pocos de ellos son realmente agudos, pero un Aghori fue incluso un asesor del rey de Nepal», comentó Mallinson.

No odio

Manoj Thakkar, autor del libro «Aghori: A Biographical Novel» (Los Aghori: una novela biográfica), argumenta que son un grupo profundamente incomprendido. «Son personas muy simples que viven con la naturaleza. No piden nada», consideró.

«Ven todo como una manifestación de un ser supremo. No rechazan ni odian a nadie ni a nada. Por eso no hacen una distinción entre la carne de un animal sacrificado y la carne humana. Comen lo que hay», señaló. Los sacrificios de animales también forman una parte importante de su adoración y son indiferentes al dinero.

Grupo pequeño

Tanto Mallinson como Thakkar creen que hay muy pocas personas que realmente practican el sistema de creencias Aghori. Argumentan que muchos de ellos que se presentan en los festivales de baño ritual son miembros autodenominados de la secta, pero sin ninguna iniciación adecuada.

«La mayoría de las personas temen a la muerte. Las tierras de la cremación simbolizan la muerte. Ese es el punto de partida para un Aghori. Quieren desafiar la moral y los valores del hombre común», agregó Thakkar.

En el norte de la India, solo los hombres son admitidos en la secta. La mayoría vive desnudos, pero donde aceptan a las mujeres, estas ahora llevan ropa.