Las instalaciones del Hospital Militar Central recibirán a los voluntarios de la vacuna de Pfizer.
Las instalaciones del Hospital Central Militar ya están listas y acondicionadas. En las próximas horas se esperan que miles de voluntarios lleguen hasta el barrio porteño de Belgrano para comenzar con una investigación científica que será histórica para combatir la pandemia. Ya son más de 15.000 los voluntarios inscriptos para poder participar de la prueba de la vacuna contra el covid-19.
Un extenso playón militar los aguarda dividido con vallas, conos y cintas especiales para que cada participante pueda ingresar al predio con el necesario distanciamiento social. Hay personal militar entrenado para organizar lo que será la puesta en marcha de la tercera fase que se realizará en Argentina junto con Estados Unidos y Brasil.
El director del Hospital Militar Central, el coronel Sergio Maldonado, y el médico pediatra infectólogo Fernando Polack suscribieron en las últimas horas el convenio de cooperación mutua.
Fuentes del sector privado confirmaron que dentro de su inversión el laboratorio Pfizer incluyó el acondicionamiento del lugar mediante seleccionado para las pruebas mediante el pintado completo del sector, la construcción de un edificio de farmacia nuevo, el mobiliario de 200 habitaciones que incluyó la colocación de camas striker, sillones, cortinas y un importante sistema de alarma.
Argentina fue seleccionada para llevar adelante esta etapa de investigación que preparan las compañías farmacéuticas norteamericana junto a la alemana BioNTech SE.
A24.com accedió a las primeras imágenes del recorrido externo e interno que realizará cada voluntario al que llaman “circuito de vacunación”. Hasta la firma del convenio los detalles y las imágenes del lugar estaban guardados bajo un estricto secreto militar.
Las pruebas se realizarán en el edificio PACE que tiene una entrada independiente por la calle 11 de septiembre, lo que garantiza que no se altere el normal funcionamiento del Hospital Central Militar Dr. Cosme Argerich.
Después de recorrer el playón, donde hay tres ambulancias equipadas para primeros auxilios, los voluntarios ingresarán al predio cerrado y desde ahí accederán hasta el quinto piso luego de atravesar tres escaleras mecánicas y una externa. Cada paso está milimétricamente calculado.
En el lugar se acondicionó una sala especial donde un cartel les da la bienvenida a cada participante. “Sala de extracción SARS-CoV 2”, se lee a metros de sector de Nutrición y Dermatología que funcionará en otro lugar hasta que concluyan las pruebas científicas. Todo el recorrido que registró A24.com está celosamente custodiado por soldados del Ejército Argentino.
«La intención es que la evaluación de la fase 2/3 de efectividad de la vacuna se realice reflejando la diversidad de la población, en un rango de 18 a 80 años, en personas que no se hayan infectado y apuntamos a mirar primero a los trabajadores esenciales, sobre todo a la población de salud pero luego se ampliará», explicó Polack tras rubricar el convenio.
El científico es el líder del equipo de médicos, investigadores y expertos en logística de estudios clínicos que llevarán adelante las pruebas que buscarán posicionar al país en un lugar de privilegio para la posterior distribución de la vacuna.
Las primeras pruebas, antes de comenzar en Argentina, mostraron absoluta seguridad. En ningún caso registraron efectos secundarios adversos, más allá de cuestiones dermatológicas localizadas en el lugar donde se inyectan las dosis y algo de fiebre baja en pocos pacientes.
Si bien los tiempos del ensayo no suelen ser los mismos que los de una vacuna aprobada para la población las pruebas que comenzarán en las próximas horas despiertan expectativa no sólo en la comunidad científica sino en toda la sociedad argentina.