La actividad se realizará en la ciudad de San Miguel de Tucumán entre jueves y viernes próximos
Luego de que el Gobierno oficializara su intención de encontrar consenso social para profundizar la minería, asambleas locales y comunidades de pueblos originarios realizarán esta semana la Cumbre del Agua para los Pueblos, para ratificar el rechazo a la actividad y advertir sobre «las consecuencias del extractivismo».
La actividad se realizará en la ciudad de San Miguel de Tucumán entre jueves y viernes próximos.
A comienzos de la semana pasada, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, lanzó la Mesa Nacional sobre Minería Abierta a la Comunidad (Memac), una «instancia de debate público» sobre la actividad, y también el Sistema de Información Abierta a la Comunidad sobre la Actividad Minera (SIACAM), una herramienta virtual de información sobre el sector que apunta a transparentar en materia de sustentabilidad y regulaciones.
«En la minería venimos de una larga etapa de falta de diálogo.
Necesitamos ponderar datos y sobre eso generar una síntesis, visiones compartidas y debatir de cara a la comunidad. Queremos construir una minería al servicio del desarrollo económico y social de la Argentina», aseguró el funcionario nacional, quien remarcó que esta actividad se puede desarrollar «cuidando el ambiente, haciendo una actividad con fuertes controles y al mismo tiempo generando industrialización y mucho desarrollo en todas las comunidades».
Pocas horas después de la presentación de Kulfas se registró en Catamarca una escena que puso en jaque todas esas palabras: la Policía provincial reprimió a los manifestantes que realizaban una protesta en contra del proyecto de megaminería MARA (Minera Agua Rica-Alumbrera), en el departamento de Andalgalá.
En este contexto, asambleas locales contra la minería y comunidades de pueblos originarios se reunirán en la capital tucumana para llevar adelante la Cumbre del Agua para los Pueblos.
«El objetivo es dar protagonismo a nuestras voces como verdaderos expertos, ya que somos quienes estamos siendo vulnerados y podemos dar cuenta de las consecuencias del extractivismo sobre los cuerpos y territorios», indicaron los organizadores.
«Queremos visibilizar las resistencias, hablar de nuestras luchas por la defensa del agua, vincularnos e intercambiar experiencias, tejer alianzas, lograr acuerdos, pensar estrategias, compartir conocimientos, para fortalecernos y continuar cuidando(nos) la vida», añadieron.