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Artritis Reumatoidea: claves para un tratamiento exitoso


Especialistas hicieron hincapié en la importancia de la atención de la atritis reumatoide durante las primeras seis semanas desde que se inician los síntomas, dolor e inflamación de la articulación sin percibir mejoras, para obtener mayores posibilidades de éxito en el tratamiento.

En el marco del día mundial de la artritis reumatoidea, que se conmemoró el 12 de octubre, los especialistas insistieron en la importancia de un diagnóstico temprano para disminuir las posibles secuelas que puede acarrear u ocasionar la falta de un tratamiento temprano.

Según la Sociedad Argentina de Reumatología, cuando una articulación se inflama y duele durante al menos seis semanas, es fundamental la consulta con el reumatólogo.

«Nuestro principal objetivo es que los pacientes con artritis reumatoidea lleguen lo más rápido posible a la consulta con el reumatólogo. Debemos aprovechar lo que se denomina ´ventana de oportunidad´, desde que se inician los síntomas hasta que el paciente comienza con el tratamiento», afirmó Alejandra Babini, jefa de reumatología del Hospital Italiano de Córdoba y ex Presidenta e integrante de la Sociedad Argentina de Reumatología. Según la especialista, un retraso aún de pocos meses «implica la pérdida de la posibilidad de obtener mejores resultados».

Según explicó César Graf, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Reumatología, el acceso al diagnóstico cambió positivamente pero todavía debe mejorarse.

«En los últimos años hemos logrado generar una mayor difusión de la enfermedad mediante campañas de concientización para población y educación médica continua, permitiendo reducir el tiempo en el que los pacientes llegan a la consulta con el reumatólogo. Además, se han formado clínicas de detección temprana en distintos hospitales de diversas provincias del país, dotadas de tecnología (ecografía y doppler articular) que sumado a las técnicas de laboratorio y radiología, complementan el examen físico del reumatólogo en la detección de la enfermedad», indicó.

En ese sentido, la especialista agregó que «históricamente podían pasar hasta 14 meses en que un paciente era visto por primera vez por un especialista y en la actualidad estamos en un promedio aproximado de 6 meses».

«De todas formas, lo ideal es seguir reduciendo este tiempo ya que cuanto antes lleguen al diagnóstico podremos brindar un tratamiento adecuado y por lo tanto contar con una mayor posibilidad de éxito», comentó.

En tal sentido, . Babini señaló que «hace aproximadamente 20 años veíamos diez sillas de ruedas en la sala de espera», mientras que hoy, gracias a la difusión de información, «los pacientes entienden la importancia de consultar ante los primeros síntomas para recibir un diagnóstico temprano y así, un tratamiento adecuado».

Cuando la artritis reumatoidea no se trata a tiempo, el fuerte dolor e inflamación de la articulación se torna invalidante, pudiendo generar discapacidad y graves consecuencias en la vida cotidiana del paciente.

«Un mismo tratamiento aplicado durante esta ´ventana de oportunidad´, es decir en un estadio temprano, tiene una mayor posibilidad de éxito que el mismo tratamiento aplicado tardíamente cuando la enfermedad ya avanzó. Los pacientes con artritis reumatoidea deterioran rápidamente su estado de salud. Un retraso en el tratamiento, y sobre todo fuera del período de ventana, implica un mayor daño radiológico y una menor capacidad para que sus articulaciones funcionen normalmente. La enfermedad progresará en daño articular, deformidad y discapacidad», aclaró Graf.

Para los especialistas, la demora en la consulta con el reumatólogo podría explicarse en el desconocimiento de las características propias o la confusión con otras enfermedades, «a pesar de ser frecuentes y tener un alto impacto en la calidad de vida, las enfermedades reumatológicas son desconocidas y en muchos casos, confundidas».

«Esto se debe, probablemente, a la creencia o al mito de que sólo afectan a personas mayores», remarcaron.

La artritis reumatoidea puede afectar a cualquier persona de cualquier sexo, aunque es más frecuente en las mujeres. Si bien es más común entre las personas de mayor edad, puede afectar también a niños y jóvenes.

Cómo identificar los síntomas.

 

La artritis reumatoidea (AR) en general comienza de manera lenta y se manifiesta con:

  • Rigidez, dolor e hinchazón en las articulaciones, como manos y pies, durante las primeras horas de la mañana. También puede afectar rodillas, tobillos, codos y otras articulaciones (en general de manera simétrica).
  • Sensación de debilidad generalizada y fatiga.
  • Con menor frecuencia puede provocar fiebre.
  • La rigidez mejora con el movimiento y la actividad física. Empeora con el reposo prolongado.

En algunos casos, las personas con artritis reumatoidea pueden presentar:

  • Compromiso cardíaco y pulmonar ya que se pueden inflamar los revestimientos que rodean al corazón (pericarditis) y a los pulmones (pleuritis). La fibrosis intersticial que puede revestir gravedad.
  • Sequedad en ojos y boca (síndrome de sjögren) porque se comprometen las glándulas lacrimógenas y salivares.
  • Inflamación de los vasos sanguíneos (vasculitis).

La anemia (bajo recuento de glóbulos rojos) aparece también como otro indicador de esta enfermedad.

«Los pacientes inician sus síntomas en forma progresiva.

Aparece el dolor y la hinchazón en las pequeñas articulaciones de las manos, como pueden ser los nudillos, y con el avance de la enfermedad aumenta el dolor y el número de articulaciones comprometidas (muñecas, codos, rodillas). Es frecuente la presencia de malestar general, que incluye la sensación de dolor con los movimientos de la respiración, de ´arenilla´ en los ojos y también de boca seca», concluyó Babini. .