Cintia Lazarte es una artista y arteterapeuta. Creó una idea que buscar posicionar la expresión artística como herramienta de autoconocimiento y revalorización personal
Por Sofía Dalonse – EQC Noticias y CLG Noticias
El arte es una capacidad innata al ser humano y puede desarrollarse como medio para recuperar o mejorar la salud mental, el bienestar emocional y las relaciones sociales. Así la concibe Cintia Lazarte, quien bajo esta perspectiva, creó el Proyecto Artepia.
La artista y arteterapeuta tiene 47 años y desde los 16 se dedica a ello de manera ininterrumpida. Su iniciativa apunta a posicionar la expresión artística como herramienta de autoconocimiento y revalorización personal. Tras un intenso recorrido de búsqueda y sentido, decidió llevarlo a la práctica con adultos mayores, aunque apunta a que pueda «socializarse» y extenderse a toda la comunidad.
Además de dedicarse al arte-terapia, Lazarte es técnica en infancia y familia. «A través de lo que fui experimentando, descubrí que el arte es una capacidad de lo más humana, el deseo de expresarlo está desde pequeños presentes en un garabato, la idea de dejar una marca o huella en la realidad que nos rodea», expresó.
Según detalló, trabajó muchos años en salud pública, fue admisionista en centros de salud y promotora educativa comunitaria: «Me dediqué permanentemente a la gente, hace 20 años que estoy trabajando en el área de salud», indicó.
Asimismo, comentó que impulsó la experiencia de un taller de arte para pacientes internados en el hospital Carrasco y aseguró que notó un cambio favorable al sacarlos de ese rol pasivo y ponerlos como protagonistas: «El que crea y transforma es protagonista».
En este contexto, especificó que trabajó con pacientes esquizofrénicos, personas con problemas de adicción y consumo problemático: «Fue maravilloso, los vi transformarse a través del arte y transitar de otra manera ese momento de estar hospitalizado. Nuestra existencia es transitar y transitarla con arte, la hace mucho más linda»
No obstante, la Secretaría de Salud consideró que no era importante ese trabajo y la volvieron a ubicar en el puesto de administrativa, por lo cual, después de 20 años, decidió renunciar.
La especialista postuló que a través del arte «uno puede ver el propio sistema de pensamiento e ideas que rigen nuestro comportamiento»
En la misma línea, señaló: «En un mundo donde hay tanta bajada de linea de como ser, aparece ese deseo de pertenecer a algunos de estos prototipos que nos establecen socialmente: por lo que resulta valioso defender la propia expresión, la particularidad de cada uno, los propios pensamientos; es una gran necesidad».
Y continuó: «Eso que expresas a través del arte está hablando de vos, tus pensamientos, emociones y como estas posicionado frente a la realidad; es una herramienta muy importante para poder hacer visible nuestro posicionamiento y defenderlo».
Con esa utopía en el corazón, empezó a buscar trabajo y encontró un espacio donde implementar su proyecto: «Me topé con un geriátrico donde la dueña es como yo y quiere ver felices a los abuelos»
Según argumentó, su decisión de trabajar con adultos mayores tiene que ver con que «en este sistema de ideas y pensamientos, la vejez es lo más temido, nadie quiere ser anciano».
Junto a Magdalena, la titular de la residencia, apuntan a transformar ese transitar de la vejez.»Hay que revalorizar que llegar a esa etapa es una fortuna hoy en día, muchas personas con más de 80 y casi 100 están esperando morir, es durísimo»
Lazarte aseguró que cada vez hay mas personas ancianas y su idea es socializar el proyecto, llevarlo a centros de jubilados, dar charlas; con el propósito de que «no dependa de una sola persona, sino que cada cual pueda descubrir esta idea dentro de sí mismo y ejercerla a su manera».
Según detalló, trabaja mucho la palabra, el deseo, la música y distintas disciplinas del arte: «Me interesa que como sociedad nos replanteemos como se percibe al adulto mayor, la ancianidad y que la persona que llega a esa etapa se pueda sentir afortunada».
En este sentido, expresó: «En cada arruga que veo frente a mi veo historias de vida, tránsito, aprendizaje. Es una fortuna estar vivo porque de esa forma uno tiene la posibilidad de dar, desarrollar y aprender».
Asimismo, contó que a futuro le gustaría trabajar con infancia: «Soy una persona solitaria y siempre en la sonrisa del otro encontré mi felicidad y, acá estoy, tratando de llevar mas sonrisas a distintos lugares».
Según sostuvo, la ternura y el amor no le quitan compromiso y responsabilidad a ninguna tarea.
Y concluyó: «El doctor Julio Monsavo habla de índices de Alegremia y dice que la alegría bulle por nuestro torrente sanguíneo, se manifiesta en rostros luminosos y estrellas en los ojos. Eso es lo que veo en los rostros de las personas con las que trabajo, por eso creo fervientemente en el arte como herramienta de vida».