Por Matías Gregorio
Desde hace más de una década los profesionales de la salud mantienen una incansable lucha contra la Caja de Seguridad Social para los Profesionales del Arte de Curar de la Provincia de Santa Fe. La ley 12.818 nuclea a más de 20 áreas de salud, como psicólogos, kinesiólogos, psicopedagogos y nutricionistas. Las críticas por parte de los profesionales están fundadas en los graves problemas de financiamiento que provoca un régimen al que la mayoría no puede adherirse debido al monto que deben aportar. Además, argumentan que los beneficios que reciben son escasos.
De acuerdo a la designación actual, no hay una diferenciación de aportes por ingreso calculada en base a las categorías de monotributistas. Esto quiere decir que una joven que da sus primeros pasos como kinesióloga, por ejemplo, debe abonar lo mismo que una colega que se desempeña desde hace 20 años en el rubro, cuando los ingresos de ambas no son los mismos.
Por otra parte, la Caja del Arte de Curar de Santa Fe es la única del país donde es obligatorio pagar de manera conjunta las caja previsional y la obra social.
Para entender estas y otras razones por las cuáles los profesionales de salud piden una ley más justa, Con La Gente dialogó con la psicóloga Mónica Blando, quién fue presidenta del Colegio de Psicólogos de Rosario entre los años 2010 y 2012, para luego desempeñarse otros dos años como vicepresidenta. Además, es la única persona en toda la provincia que le ganó un juicio al Arte de Curar.
«No hay ninguna relación entre el trabajo que hacemos y los aportes que la caja pide. Son totalmente arbitrarios. Por eso desde hace mucho tiempo estamos pidiendo una ley más equitativa, que incluya entre otras cosas la diferenciación en cuanto a las categorías del monotributo. Así como estamos mucha gente no está pudiendo empezar a trabajar, o si lo pudieron hacer, tienen deudas muy importantes que alcanzan los valores de una casa”, explica Mónica Blando.
El camino que han recorrido los psicólogos contra el Arte de Curar se ha diferenciado del resto de las áreas, ya que tienen una problemática particular: «El Colegio de Psicólogos tiene dos circunscripciones en Santa Fe, una en el norte y otra en el sur. Mientras la del sur trabajaba por el cambio de la ley actual, el norte comenzó a impulsar una Caja propia de psicólogos. Luego de un gran debate entre ambos, la circunscripción del norte realizó un plebiscito en toda la provincia de Santa Fe, dándole el sí o el no al proyecto de la Caja propia. Por esa razón un grupo de psicólogos que nos dimos por llamar ‘psicólogos independientes auto convocados’ empezamos a trabajar con abogados y logramos parar ese plebiscito», cuenta la expresidenta del Colegio de Psicólogos.
Al mismo tiempo, la segunda circunscripción hizo un amparo colectivo contra la Ley del Arte de Curar declarándola inconstitucional, pero según narra Blando el resultado no fue el esperado: «Ese amparo se perdió dos veces, porque estuvo mal planteado. Para decirle a un juez que algo es inconstitucional, tenés que justificarlo y acá se fue contra eso sin haberlo probado antes».
Sin embargo, años atrás a ese intento, la Caja del Arte de Curar perdió el único juicio en toda su historia contra la propia Mónica Blando, quién así lo cuenta: «En el 2006, el Colegio de Psicólogos nos pidió a un grupo de psicólogos que iniciemos juicios a la Caja. Éramos 5 los que los iniciamos, pero 4 no superaron la primera instancia por un error procedimental. Yo decidí continuarlo. Se basaba en dos puntos: el primero declaraba la inconstitucionalidad de la proporcionalidad del aporte por edad, mientras que el segundo declaraba la inconstitucionalidad de la obligación del aporte conjunto de obra social y caja previsional. Este último llegó hasta tercera instancia y se ganó. El otro caso no se perdió, sino que se perdió el expediente y no pudo continuar».
«Soy la única persona en toda la provincia que le ganó un juicio a la Caja declarando la inconstitucionalidad», añade la psicóloga. Sin embargo, a los pocos meses, en diciembre de 2008, la ley fue modificada y el juicio quedó sin vigencia, pasando a ser sólo un antecedente, algo que no tapa el camino de lucha que trazó Mónica.
Hoy, a pesar de los reiterados intentos de los profesionales, el pedido de una ley más justa sigue sin prosperar: «La lucha no está avanzando. Hace más de 12 años que venimos con este tema. Sabemos que el plebiscito por la caja propia está parado, que a nivel jurídico el amparo fue rechazado, pero para donde vamos es una incógnita. Mientras, siguen llegando intimaciones a colegas con deudas enormes. Con sólo atrasarse dos meses uno llega a un monto de 10 mil o 20 mil pesos. En cantidad de años se traduce a una fortuna», finaliza Mónica Blando, graficando el duro perjuicio que sufren los profesionales de la salud en manos de la Caja del Arte de Curar.