Un hombre fue arrestado esta semana en Nueva York, Estados Unidos, después de que se comprobara que tenía siete tiburones robados en una pileta en su casa con el objeto de venderlos.
El caso de tráfico de animales salió a la luz en 2017 cuando Joshua Seguine, ahora de 38 años, fue detenido por la policía cuando trasladaba cinco escualos en su camioneta, informó el sitio ABC News.
La policía consiguió allanar la propiedad de Seguine en LaGrangeville, Nueva York, donde encontraron un total de siete tiburones «trozo» vivos además de los cadáveres de un tiburón martillo y dos tiburones leopardo.
Seguine admitió en ese entonces que pensaba venderle los tiburones al foro MonsterFishKeepers.com. Esa especie de escualo cuesta 11.500 dólares si son comprados de manera legal.
El hombre fue imputado por comercialización ilegal de peces, crustáceos y vida silvestre. Mientras tanto, los siete tiburones se encuentran alojados en el Aquarium de Nueva York, en Coney Island.