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Médicos e investigadores

Argentinos crearon un método para medir el estrés en muestras de cabello


Médicos e investigadores argentinos desarrollaron un procedimiento para medir el cortisol, una hormona que aumenta con el estrés crónico, en el cabello, que fue patentado por la UBA y a diferencia de los análisis de sangre, saliva y orina, «refleja las tensiones a las que estuvo sometida la persona en los últimos tres meses», informó hoy la Agencia CYTA-Fundación Leloir.

«Hoy en día, contar con un biomarcador adecuado para evaluar estrés crónico es muy importante, en vista del aumento de los niveles en la población y su asociación con enfermedades como infarto agudo de miocardio, obesidad y cáncer», afirmó la directora del avance, Bibiana Fabre.

Fabre, quien es investigadora de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA y jefa asistencial del Laboratorio de Endocrinología del Hospital de Clínicas «José de San Martín», explicó que las formas de medición de cortisol en sangre, saliva y orina «expresan valores de estrés del individuo en el momento en que fueron tomadas».

«En cambio, el análisis de la hormona en cabello expresa el estrés al que estuvo expuesta una persona durante los tres meses anteriores», destacó la especialista, quien aclaró que como cada mes el pelo crece un centímetro, «tres centímetros de muestra alcanzan para guardar registros de ese período».

Los investigadores validaron la eficacia de su técnica en muestras de cabello de 232 individuos sanos, a quienes se les realizó una encuesta de «sucesos de vida» o «escala de eventos vitales» y así se dividió a la población en «libre de estrés» y «con estrés».

El método de la UBA consiste en «extraer cortisol del cabello con metanol, realizar una evaporación y finalmente medirlo en el sistema automatizado».

El laboratorio de Fabre tiene resultados de la medición de cortisol en cabello de pacientes con infarto agudo de miocardio, síndrome de Cushing y ovario poliquístico, en los que ese biomarcador «muestra gran relevancia».

«Además están trabajando en el síndrome de burnout o agotamiento en docentes y alumnos, la relación del estrés crónico con el cáncer o su impacto en la llamada programación fetal durante el embarazo», adelantó la Agencia CYTA-Fundación Leloir en un comunicado.