Cancillerría dio a conocer todos los envíos que se han realizado al país europeo que sufre la invasión de Rusia
Doce envíos de insumos a través de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria Cascos Blancos, por un total de casi 110 toneladas y un valor de más de US$ 300.000, incluyendo los aportes de la comunidad ucraniana en la Argentina, fue parte de la ayuda humanitaria desplegada por la Cancillería argentina, desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, operativo que incluyó además evacuaciones de ciudadanos argentinos y de otras nacionalidades que intentaban huir de la zona de conflicto.
El 24 de febrero 2022, día de inicio de las operaciones militares rusas en Ucrania, a raíz de los bombardeos, la embajadora argentina en ese país, Elena Mikusinski abandonó el sexto piso de la calle Ivana Fedorova 12, donde funciona la sede diplomática nacional.
Fue así, que la embajadora traslada, por instrucción del canciller Santiago Cafiero, el área administrativa a la residencia oficial por cuestiones de seguridad y esa noche duerme en el sótano de la residencia, dándole albergue a cinco matrimonios argentinos (y tres bebés) que habían llegado por el nacimiento de sus hijos a través de la subrogación de vientre.
En una entrevista exclusiva con Télam Radio, la diplomática remarcó que, desde hace un año, cuando debió abandonar el edificio de la Embajada con el comienzo de los bombardeos, se sintió «muy apoyada por la actividad que desplegó la Cancillería».
«En días previos se sintió la tensión en Kiev y más o menos todos esperábamos algo. Todos esperábamos algo, aunque no sabíamos exactamente qué», recordó, y remarcó que «sobre todo a partir del 24 a la madrugada, estuvo siempre presente el canciller diariamente, acompañándonos».
Al hacer un recorrido por el punto de partida que marcaron los bombardeos, recordó que fueron «sorprendidos obviamente por las explosiones en la madrugada del día 24».
«Nosotros tenemos un chat entre los embajadores acreditados en Ucrania. Estuvimos en contacto, ya varias embajadas de la Unión Europea se habían mudado de Kiev, pero la gran mayoría de los embajadores permanecimos» en la capital ucraniana», describió.
Sostuvo que, en esos escenarios, toma real dimensión el tipo de formación que brinda el servicio exterior argentino, que les otorga la «facilidad de adaptarse a cualquier circunstancia y predomina el servicio y la vocación de servicio».
«El canciller la verdad que me acompañó, me instruyó; evidentemente hubo que hacer una serie de evacuaciones y eso significaba que nosotros teníamos que permanecer unos días más en Kiev», continuó el relato referido al 24 de febrero del año pasado y los días sucesivos.
Precisó que una vez que lograron esta primera instancia se toparon con la dificultad de poder conseguir chóferes para instrumentar la evacuación, pues ya no estaban quienes habían sido preparados para ese cometido.
La diplomática contó que cumplieron «con las evacuaciones dando preeminencia a los argentinos con una estadía temporal o que obviamente tenían algún tratamiento médico y debían regresar».
Mikusinski precisó que «el recorrido que se hizo con las evacuaciones fue vía Polonia. También hubo algunos casos vía Rumania y una vez concluida esa tarea, porque el resto de los argentinos muchos decidieron, por ejemplo, los matrimonios binacionales, un ucraniano con argentina o una argentina con un ucraniano muchos permanecen todavía en Ucrania y nosotros ahí decidimos por instrucción del canciller evacuar por el camino más rápido, que era a través de Moldova y luego Rumania».
El 26 de febrero de 2022, los jugadores de fútbol Claudio Spinelli y Francisco Di Franco se desempeñaban en la liga ucraniana y pudieron huir gracias a gestiones diplomáticas.
Franco cruzó rumbo a Rumanía mientras que Spinelli llegó a la frontera con Polonia en un momento que se permitía sólo el paso de mujeres y niños por ese paso.
La intervención de la embajadora Mikusinski, que habló por teléfono en ucraniano con la gente del puesto fronterizo permitió que ingresara.
El último 2 de marzo, la Argentina envía a la zona de conflicto una misión de Cascos Blancos con 6 integrantes con experiencia en ayuda humanitaria junto con dos diplomáticos que hablan polaco y se instaló un consulado móvil en la frontera de Polonia con Ucrania para argentinos y nacionales miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que procuraban salir de Ucrania.
En tanto, los primeros días marzo, el gobierno de Alberto Fernández, a través de la Disposición 417/2022 de la Dirección Nacional de Migraciones, habilitó el otorgamiento – en forma gratuita- de visados humanitarios a tenor del artículo 23 inciso m) de la Ley 25.871 de Migraciones, a aquellos nacionales extranjeros ucranianos y sus familiares directos, independientemente de su nacionalidad, que hubieran abandonado Ucrania y se presentaron ante una Representación argentina.
Ese mismo mes, llega a Ezeiza el primer contingente de cinco argentinas y argentinos que, tras salir de Ucrania hacia Polonia junto con sus familias, y luego de ser asistidos por el voluntariado civil del Estado, decidieron regresar al país: Uno de los ciudadanos que arribó, de nacionalidad ucraniana (casado con una argentina), obtuvo el visado humanitario de la Cancillería argentina a través de la Sección Consular de la Embajada en Brasilia.
A mediados de marzo, la Argentina envía a Polonia el primer vuelo de ayuda humanitaria para los refugiados ucranianos, a través de un avión de Aerolíneas Argentinas que llevó 2,5 toneladas de materiales donados por Cascos Blancos junto a la comunidad ucraniana en el país.
Según datos proporcionada por la Cancillería, durante este año de guerra, la Argentina realizó doce envíos de insumos a través de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria – Cascos Blancos, por un total de casi 110 toneladas y un valor de más de US$ 300.000, incluyendo los aportes de la comunidad ucraniana en nuestro país.
La Dirección Nacional de Migraciones (DNM) informó que, de marzo a noviembre del año pasado, 159 nacionales ucranianos ingresaron al territorio nacional sin visa para una estadía transitoria, en virtud del Acuerdo de Exención de visas con ese país, y luego de un tiempo en el país, se han decidido a radicarse, mientras desde el 23 de noviembre pasado a la fecha se otorgaron 33 visados humanitarios.
La Comisión de Cascos Blancos (Comca) ha comenzado a contactar a los ciudadanos ucranianos que ingresaron a la Argentina como consecuencia del conflicto armado, a fin de recabar información útil sobre su experiencia en nuestro país y poder ofrecerles orientación y asistencia en su proceso de integración.
En la entrevista con Télam Radio, la embajadora Mikusinski, dijo que una reflexión sobre la guerra entre ese país y Rusia se puede sintetizar en «el miedo» que ha generado a nivel global.
«La reflexión es realmente el miedo, el miedo porque es la primera vez en la historia mundial que se libra una guerra a gran escala en el territorio de un país con una extensa red de centrales nucleares», expresó.
Señaló que en base a la información que manejan «en Kiev la situación es difícil por los cortes de energía que subsisten y que impiden una jornada regular» y agregó que «por otro lado siempre está el miedo de que se intercepte algún misil y eso produzca algunas víctimas, obviamente civiles».
Apuntó además que según la estadística que maneja «dieciocho mil» son las víctimas civiles en este momento en Ucrania.
Hay por delante «una reflexión importante» se trata «un poco del temor que invade en este momento a nivel global, obviamente», reflexionó Mikusinski.