Info General

Argentina se destaca en la región por sus políticas de salud para victimas de violencias de género


El Ministerio de Salud de la Nación cuenta con un Plan Nacional y protocolos de atención en salud 

Por Clara Olmos – Télam

El sistema público de salud es la primera línea de prevención, detección temprana y acompañamiento para mujeres y LGBTIQ+ en situación de violencia de género, incluyendo a niñas y adolescentes, por lo que la cartera sanitaria cuenta con un Plan Nacional y protocolos de atención en salud y capacitó a más de 4.200 personas con herramientas para un abordaje integral de la problemática, lo que convierte a Argentina «en un país de referencia en la región».

«Además de ser un problema social grave y estructural, las violencias por motivos de género son también un problema de salud ya que afectan, en todas sus dimensiones, a la salud de las mujeres y LGBTI+ que las atraviesan o atravesaron», explicó a Télam Candela Cabrera, directora de Géneros y Diversidad del Ministerio de Salud.

Los equipos de salud, aseguró, tienen un «rol clave» ya que pueden ser el primer -y en ocasiones el único- recurso con el que cuentan las personas para comunicar la situación de violencia que viven.

Desde 2020, la cartera sanitaria cuenta con un Plan Nacional de Políticas de Géneros y Diversidad en Salud Pública, la «hoja de ruta» del ministerio en esta materia, y con un Manual Clínico de Atención Integral de la Salud ante situaciones de violencia por motivos de género, una adaptación de un documento original de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de 2022.

«Es un material que nos permite ser no sólo en la legislación de avanzada que tenemos sino también en cómo trabajamos y abordamos las violencias por motivo de género en salud», sostuvo Cabrera.

A través de cinco capítulos, el manual aporta herramientas a los equipos de salud para una atención integral, interdisciplinaria y adecuada a mujeres, LGBTIQ+, niñeces y adolescencias que atraviesan situaciones de violencia por motivos de género y de violencia sexual específicamente.

Toda consulta al sistema de salud, sea de guardia o emergencia, ginecológica, traumatológica, control prenatal, salud mental, controles de salud de niñeces y adolescencias, odontológica, entre otras, representa una oportunidad para la detección temprana de situaciones de violencia.

En ese marco, los equipos de salud cuentan con la herramienta de apoyo de primera línea ANIMA, un acompañamiento psicosocial básico ante situaciones de violencia de género -reveladas o no por la persona-, que muchas veces supone «la atención más importante» que se puede proporcionar.

La sigla ANIMA corresponde a cinco puntos: atención al escuchar y asistir a la persona, ya que permite advertir señales de alarma de situaciones de violencia de género; no juzgar ni revictimizar; identificar las preocupaciones de la persona (físicas, sociales, emocionales); mejorar las estrategias de cuidado de la persona tras evaluar los riesgos, y propiciar un abordaje en red.

«Poder prevenir, detectar tempranamente las violencias, evaluar el riesgo y atenderlas implica modificar un modelo de atención que tiene que incorporar la perspectiva de género, la interseccionalidad, el abordaje en red, el respeto de la autonomía de las personas y la no revictimización», apuntó la funcionaria.

«Sabemos que esta problemática no se resuelve en una consulta de cinco minutos, sino que requiere una implicación de quien atiende y de empezar por revisar las propias prácticas y desnaturalizar los prejuicios respecto a la violencia de género que existen en el sistema de salud», agregó.

Entre 2022 y 2023, se realizaron encuentros de sensibilización y capacitación con más de 2000 personas en los hospitales nacionales Garrahan, Bonaparte, Posadas, Sommer y Colonia Montes de Oca y en el Naval, y también en instituciones de Jujuy, Entre Ríos, Santa Fe, Santa Cruz, Chubut, Catamarca, Río Negro, Chaco, San Luis y la provincia y ciudad de Buenos Aires.

Asimismo, más de 2200 personas realizaron virtualmente el curso autogestionado de Violencia por Motivos de Género para equipos de salud desde 2021.

El desafío, aseguró Cabrera, es avanzar «en la implementación de los protocolos de atención que tiene el Manual Clínico, consolidar y promover equipos de salud que atiendan desde el modelo de atención que implica el abordaje de las violencias por motivos de género y llegar a los rincones del país que faltan».

En el informe «Abordar la violencia contra las mujeres en las políticas y los protocolos de salud de la Región de las Américas», publicado en 2023, la OPS no recomienda la notificación obligatoria a la policía de la violencia de pareja por parte del personal de salud, ya que puede vulnerar la autonomía y seguridad de quien atraviesa esa violencia.

Al respecto, el Protocolo de atención y apoyo en primera línea del Manual Clínico advierte que la denuncia es «un derecho y no una obligación» y que el equipo de salud debe acompañar desde su rol «el proceso que la persona hace para iniciar un proyecto de vida autónomo y libre de violencia», precisó Cabrera.

En línea también con la OPS, que encuentra «fundamental» que las políticas en esta materia reconozcan los grupos en situación de mayor vulnerabilidad, el Ministerio de Salud publicó en 2020 el protocolo de «Atención de la salud integral de personas trans, travestis y no binarias. Guía para equipos de salud», que representa un paso importante hacia el reconocimiento de este colectivo como grupo vulnerable y hacia la disponibilidad de servicios diferenciados.

De manera inédita en la versión argentina, el Manual Clínico incorpora un capítulo para la atención integral desde una perspectiva de derechos ante situaciones de violencia sexual contra niñas, niños, niñes y adolestences (NyA).

Allí se destaca la necesidad de garantizar el interés superior de niñas, niños y adolescentes de trabajar de manera interdisciplinaria y en articulación con organismos de protección de derechos, y la obligación de realizar una denuncia penal, tal como establece la Ley 27.455, sobre abuso sexual en la infancia.

«Todo esto es un trabajo que las jurisdicciones ya vienen haciendo y que estos protocolos buscan fortalecer. Los equipos de salud detectan la violencia y la abordan a diario, especialmente las trabajadoras», señaló Cabrera, que resaltó que «son las mismas mujeres que garantizan otros derechos como la interrupción voluntaria (IVE) y legal (ILE) del embarazo, programas de adolescencias, de salud sexual y reproductiva, el Plan de Mil Días».