El mercado local se posicionó como el quinto en el mundo. Debido al avance del sector, hay una constante búsqueda de personal, rotación y fuga de talento, lo que ha llevado a un déficit de personal calificado estimado en 10.000 puestos de trabajo anuales
El mercado argentino de comercio electrónico se consolidó en 2022 como el de mayor crecimiento de América Latina y el quinto en el mundo, con un incremento en las transacciones de 25,3% frente al 2021, de acuerdo con la firma de análisis de mercados digitales eMarketer.
Tras darse a conocer el desempeño del sector, el secretario de Economía del Conocimiento, Ariel Sujarchuk, aseguró que “no es un hecho fortuito que Argentina se posicione como el mercado de comercio electrónico de mayor crecimiento en la región», respaldado por el cambio acelerado en los hábitos de consumo de la población y el desarrollo de infraestructura y talento humano.
«Tenemos un sector de software y servicios informáticos de primer nivel; una industria electrónica potente; un entramado de centros de servicios tecnológicos y unidades de apoyo a la producción con carácter federal; instituciones de investigación de vanguardia, y talento humano altamente capacitado que es codiciado en todo el mundo», agregó el funcionario.
La sanción de la Ley de Economía del Conocimiento permitió contar con incentivos para generar inversiones en el sector y para contratar mano de obra en actividades que la conforman, como los Servicios Basados en el Conocimiento.
En esa línea también se han creado programas de capacitación y de apoyo económico para promover la digitalización y la incorporación de valor agregado al aparato productivo nacional.
Empresas especializadas como MercadoLibre, Tiendanube y G&L Group forman parte del Régimen de Promoción de la Ley de Economía del Conocimiento, el cual otorga beneficios fiscales como un bono de crédito fiscal correspondiente al 70% de la reducción de las contribuciones patronales del personal dedicado a dichas actividades, y una reducción de impuesto a las ganancias gradual (60%, 40% y 20%), según el tamaño de las empresas.
De las 650 compañías que se adhirieron a la Ley, más de la mitad (351) son consideradas micro empresas y el 41,3% (268) corresponden a pequeñas y medianas empresas distribuidas por todo el país.
Un informe sobre comercio electrónico en 2022 y sus perspectivas, realizado por la plataforma de e-commerce Tiendanube, señaló que la expectativa de crecimiento de dicho rubro en el país es de 20% anual hasta el 2025.
Este crecimiento no es exclusivo del comercio electrónico al interior de los Servicios Basados en el Conocimiento, pues los subsectores que componen los servicios informáticos y los servicios empresariales mantienen un aumento ininterrumpido en sus exportaciones que ya ajusta seis años consecutivos, marcando récords como el reportado en el tercer trimestre de 2022, con una suba de 17,1% frente al mismo periodo un año atrás, al superar los US $2.083 millones en ventas al exterior.
Debido al avance del sector, hay una constante búsqueda de personal, rotación y fuga de talento, lo que ha llevado a un déficit de personal calificado estimado en 10.000 puestos de trabajo anuales.
Para satisfacer esta persistente búsqueda de talento en el sector y brindar oportunidades de inclusión laboral, la Secretaría de Economía del Conocimiento creó el programa de capacitación Argentina Programa 4.0, que ofrece 40 unidades académicas, 150 cursos de programación y testing, y 18 cursos de habilidades digitales dictados por Microsoft, Fundación Telefónica, Argentec y Amazon, entre otras.
En la primera fase de inscripción de Argentina Programa 4.0, que se llevó a cabo en noviembre de 2022, se anotaron 340 mil personas, de las cuales 110 mil ya empezaron a cursar, mientras que los restantes irán iniciando por grupos de acuerdo con el calendario académico de las instituciones educativas encargadas de los distintos cursos.
La Secretaría también llevó adelante hasta ahora tres convocatorias del programa ‘Capacitación 4.0 y Economía del Conocimiento’, el cual tiene el objetivo de brindar recursos para el desarrollo de actividades de formación para promover la transformación digital, la reconversión tecnológica y el desarrollo de la industria 4.0.