El gobierno formalizó la decisión de no abonar vencimientos que tenía este miércoles y usó el período de gracia de 30 días, ratificando "la voluntad de pago" en el marco de la reestructuración de la deuda
El gobierno argentino decidió hacer uso legal del período de gracia de 30 días y no pagar los vencimientos previstos para hoy por 500 millones de dólares, al tiempo que ratificó «la voluntad de pago» en el marco del proceso de reestructuración de deuda puesto en marcha.
El Ministerio de Economía envió un comunicado a los inversores en el que sostuvo que «en el marco del lanzamiento de esta oferta, cuyos términos expiran el día 8 de mayo de 2020, que la República decidió valerse de los períodos de gracia contemplados para los servicios de renta» de los vencimientos previstos para la jornada de hoy.
Los títulos en cuestión son los Bonos Internacionales de la República Argentina en dólares estadounidenses 6,875% 2021, los Bonos Internacionales en dolares 7,50% con vencimiento en 2026 y los Bonos Internacionales en dólares 7,625% 2046.
En el mismo comunicado el gobierno ratificó «su voluntad de pago aun en el gravísimo contexto internacional que se ha generado producto de la pandemia del COVID-19, y busca dentro del marco de los contratos existentes un perfil de endeudamiento sostenible que no atente contra, sino que sea en un todo compatible con, un sendero de crecimiento sustentable en el mediano y largo plazo».
Esta comunicación se produjo luego de enviar el lunes pasado la invitación formal a los acreedores para el ingreso a la oferta de canje de deuda por alrededor de 64.800 millones de dólares, en la que estableció la fecha del 8 de mayo para que los bonistas notifiquen la decisión de participar de la operación.
Según la carta enviada a los inversores, «la invitación caducará a las 5:00 p.m. (hora de la ciudad de Nueva York) el 8 de mayo de 2020, a menos que la República la prorrogue o termine antes» de esa fecha.
La decisión oficializada de no pagar los vencimientos previstos para hoy era descontado por parte del mercado, tras las declaraciones formuladas en tal sentido por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
El lunes pasado, tras la formalización de la oferta, tres grupos de bonistas emitieron comunicados en los que rechazaron la propuesta argentina y pidieron una mejora.
Frente a esto, Guzmán respondió que “las expresiones de rechazo en algún sentido eran esperables, es parte de un proceso en el cual la otra parte busca presionar para que la Argentina ofrezca más. Pero, como digo, ofrecer más no se puede, porque no es sostenible”, se plantó el ministro.
En unos documentos suplementarios a la oferta enviados a la SEC y conocidos hoy, el gobierno argentino especificó que los títulos en circulación de los tenedores que podrán ingresar al canje, que totalizan unos 68.400 millones de dólares, se dividen de la siguiente forma, según moneda de origen de emisión: 45.250 millones de dólares, 17.200 millones de euros en bonos europeos y 400 millones en francos suizos.
La Argentina invitó a los inversores a elegir entre 10 bonos cuyos vencimientos van desde el 2030 al 2047, en el marco de la operación en la que los bancos Bank of America Securities y HSBC fueron designados «administradores de las invitaciones».
En la invitación a los acreedores también se infiere la posibilidad de que la Argentina se reserve el derecho de efectuar reestructuraciones parciales.
La oferta incluye una quita de intereses general de 62%, y un recorte de capital promedio en los bonos de 5%, en líneas generales.
Los analistas de mercado estimaron que la quita general, en valor presente neto, es de 67%, similar al canje de deuda concretado en 2005.