Científicos de la Universidad Nacional de San Martín están investigando una dosis oral para contrarrestar el virus pandémico
A menos de seis meses de que el coronavirus esté en la agenda internacional ya hay más de 100 investigaciones diferentes para desarrollar vacunas, algo totalmente inédito en la historia de la ciencia. Entre el centenar de proyectos se encuentra uno argentino, planteado por científicos del Conicet que ganaron un subsidio de 100 mil dólares otorgados por la Agencia para la Investigación, que depende del Ministerio de Ciencia.
El grupo de expertos pertenece a la Universidad de San Martín (Unsam) y está bajo la coordinación de la doctora y profesora del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la universidad, Juliana Cassataro. “La nuestra sería la primera iniciativa para desarrollar una vacuna de este tipo en toda América Latina. Y avanzamos con un concepto nuevo, por ahora completando la fase de estudios preclínicos”, le explicó a la mujer al diario Perfil.
Este equipo está buscando combinar varias proteínas y antígenos del virus pandémico con otros compuestos que ya fueron utilizados en su laboratorio y que no tardaron en patentarlos internacionalmente. “En nuestra formulación pensamos utilizar antígenos de las cepas y de linajes virales específicos del SARS-CoV-2 que circulan en Argentina y que fueron secuenciados en el Malbrán”, manifestó Cassataro.
“Ya probamos con éxito en formulaciones orales contra otros patógenos en ratones y en aves de corral. Por lo que sabemos hasta ahora nuestros productos logran una combinación que puede desatar un tipo de inmunidad efectiva para el coronavirus, ya que provoca en el sistema inmune la creación de anticuerpos IgA, que, además, se generan en el mejor lugar del cuerpo: las mucosas respiratorias. Estas moléculas también lograron generar linfocitos T-helper 1 y T CD8”, agregó.
Cabe destacar que si la vacuna llega a buen puerto y logra ser efectiva contra el covid-19, es decir que la dosis se pudiera administrar de forma oral y combatiera al virus, sería un «bonus track», ya que haría más sencilla y rápida la distribución y el proceso de vacunación, explicó al mencionado medio.
Son 115 investigaciones para encontrar la vacuna a nivel mundial
Según contó la experta en inmunología, los laboratorios globales apuntaron a cuatro estrategias biotecnológicas diferentes para desarrollar esta vacuna:
- Trabajando con virus inactivados (como la vacunas para Hepatitis A y para la rabia);
- Basadas en adenovirus;
- Partiendo de ADN;
- Diseñadas en base a ARN viral.
A estas cuatro plataformas que están en fase I/II, la semana pasada se agregó una quinta, con candidatas hechas en base a proteínas recombinantes o de subunidad, como las actuales contra el HPV o la hepatitis B.
Cada opción presenta ventajas y desventajas, pero todas bregan por la seguridad de la persona que la recibe y al mismo tiempo la novedad tecnológica, o las dificultades, para producirla pasan por la cantidad necesaria y la necesidad de garantizar accesibilidad.
“Ese no es un tema menor porque los expertos de la OMS hablan de que necesitaríamos fabricar al menos 1.000 millones de dosis en el menor tiempo posible”, dijo la doctora de la Unsam. En este sentido, la gran cantidad de pruebas es muy buena ya que amplía la posibilidad de fabricar la dosis exitosa, o que haya más de una. «Eso explica, también, que la OMS tenga registrados no menos de 115 proyectos diferentes”, enumeró la experta. “Algunos podrán ser muy eficientes y otros no tanto. Pero la idea es que si apostamos a más opciones, más probabilidades tendremos de obtener una, o varias que sirvan”.
Finalmente, Cassataro mostró la alegría, y ansiedad, de estar desarrollando esta vacuna en Argentina: “Es increíble todo lo que avanzamos en muy poco tiempo. Pero no podemos afirmar categóricamente que en 12 o 18 meses tendremos una vacuna. Me encantaría, pero la ciencia avanza de otra manera. Vacunas vamos a tener. Pero no antes de probarlas en miles de personas, de estar seguros que no causan más daños que los que previenen y que son efectivas para protegernos”. Y finalizó: “¿Cuándo llegará? Todavía no podemos saberlo con certeza”.
La carrera por la vacuna contra el covid-19 tendrá varios ganadores
- Cómo garantizar el acceso global
Una de las preguntas que ronda cerca de las nuevas vacunas se centra en la producción industrial y en el apoyo económico. Lo inmunológico quedó de lado, lo importante, cuando se encuentre la dosis justa, es que llegue a la mayor cantidad de personas, de forma accesible y en el menor tiempo posible.
La misma OMS habló del tema con mucha atención y su director general Tedros Gebreyesus fue claro: “Tenemos que impulsar la vacuna y que todo el mundo tenga acceso. El mundo la necesita y rápido. Experiencias pasadas nos han enseñado que incluso cuando existen, no han estado disponibles igualmente para todos. No podemos permitir que eso ocurra”.
Los problemas de la vacuna son varios: patente de las moléculas, costo en el mercado y a qué grupo de personas o naciones serán dirigidas en primera instancia.
El antecedente muestra que con la influenza AH1N1 («gripe porcina») en 2010 se desarrollaron vacunas que fueron alcanzadas por los países con más recursos, mientras que los más pobres tuvieron que esperar de seis a ocho meses.
- Alcanzar inmunidad
Al menos 10 de las 115 vacunas llegaron a los ensayos en humanos, algo completamente nuevo en la industria farmacéutica. China, Estados Unidos y Europa lideran los experimentos que generalmente pueden durar de 5 a más de 10 años.
El dinero gastado también está por fuera de los parámetros normales. Sólo en Reino Unido se invirtieron 93 millones de libras en el centro que estudia la fabricación y la innovación de vacunas.
Cassataro, a Perfil, explicó que la vacuna es «la única manera de lograr que la población tenga defensas adecuadas para esta enfermedad sin pagar costos altísimos en vidas» por eso es muy importante llegar a tenerla.
“Por ejemplo, en Francia y en España murieron más de 27 mil personas y se estima que apenas entre el 4 y el 5 % de toda su población logró cierta inmunidad. Para alcanzar lo que se denomina “inmunidad de rebaño” esa protección debería abarcar a más del 60% de la gente”, explayó.