En una compleja final, Argentina cayó ante España por 75 a 95 y es subcampeona del mundo. Los europeos fueron superiores a lo largo de todo el transcurso del partido y la selección nacional no pudo consagrarse luego de un torneo excepcional.
Aunque se quedó sin el broche de oro, vale aclarar que la participación de Argentina en esta edición de la Copa del Mundo fue más que satisfactoria. Dejando en el camino a grandes candidatos se abrió paso hasta la final y deja China con la cabeza en alto.
Desde el comienzo, España se puso al frente en el marcador y así se mantuvo los 40 minutos. La diferencia final, de 20 puntos, es un reflejo de lo pasó durante el partido. Todos los parciales fueron para ellos: 23 a 14; 43 a 31; 66 a 47; y 95 a 75.
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Los europeos hicieron los deberes y no le permitieron desarrollar su juego a Argentina. Luis Scola, figura indiscutible de la selección en todo el torneo, pudo anotar su primer punto de campo recién en el último cuarto.
Los de Hernández dejaron todo. Hicieron lo que pudieron y más ante un rival que llegaba como candidato. De hecho, en el último cuarto lograron achicar la diferencia y hasta hicieron ilusionar al pueblo argentino quedando unos cinco minutos. Pero los españoles no dieron tregua y se consagraron campeones.
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La selección nacional es subcampeona. Cuando comenzó el torneo, en el país no había grandes expectativas de tener que despertarse este domingo a seguir la final con posibilidades de consagrarse y, sin embargo, hoy hubo que levantarse.
El equipo del Oveja emociona, ilusiona. Y proyecta un gran juego de cara a lo que viene. Argentina tiene futuro.