Funciona en Villa Banana y tiene encargada la producción de 2.500 barbijos que serán destinados a dependencias del Estado municipal y provincial
Por Diego Carballido
La cooperativa Aquelarre es un espacio comunitario constituido por vecinos de Villa Banana que ante la declaración de la pandemia por el coronavirus, se sumó a las movidas solidarias y comenzó a producir un elemento de suma necesidad en los tiempos que corren: barbijos. Los mimos serán destinados a trabajadores que más los necesiten.
«A través de la CTEP, nos llegó la posibilidad de producir barbijos para la provincia y el municipio», explicó Mariana Palacios, una de las referentes de Aquelarre, en diálogo con CLG. «Ya entregamos una primera tanda de 500 y tenemos planificado producir unos 2.500 en total”, detalló la mujer. La producción de barbijos será distribuida en los diferentes espacios del Estado provincial y municipal, según donde sean requeridos.
«Somos parte de una red y estamos en contacto con las diferentes producciones independientes. Nuestro camino es la economía popular, por eso tratamos de no consumir en grandes lugares sino entre organizaciones», detalló Palacios respecto al funcionamiento de esta cooperativa.
Aquelarre funciona en Pasaje Independencia 4.250 y forma parte de la asociación civil Mensajeros de Jesús. Una organización que tiene un compromiso social con Villa Banana desde la década el ´80. «Es un espacio que surge con la óptica de la teología de la liberación y de la mano de los curas villeros. Siempre con una mirada puesta en la comunidad», amplió Palacios.
La organización atravesó, junto con el barrio, las diferentes crisis económicas que aquejaron al país en las últimas décadas y hasta llegó a estar con sus puertas cerradas por un tiempo. «Hace aproximadamente unos tres años, a través de un vínculo atravesado por la idea de comunidad y de feminismo popular para el sostén de la vida cotidiana fue que surgió Aquelarre», compartió la mujer.
«El encontrarse siempre fortalece», aseguró la referente y contó que, en un primer momento, tuvieron que poner en condiciones el lugar hasta que lograron el funcionamiento del taller a partir del programa Nueva Oportunidad «Empezamos con una veintena de personas y hoy tenemos tres talleres: serigrafía, carpintería y peluquería». Espacios que están sujetos a la definición de la continuidad del programa Nueva Oportunidad.
«El barrio hace la cuarentena, pero con un aislamiento diferente al que se ve en la televisión, donde hay balcones con música y demás. En los barrios hay otra forma, mucho más solidaria», aseguró Palacios respecto a la vida en los últimos días. «Estamos cuidándonos», afirmó, y luego contó el otro costado del barrio: «Se incrementó la demanda en los comedores”.
«Hemos pasado muchas crisis y lo que nunca se pierde es la solidaridad», expresó Palacios y compartió que la gente que vive desde hace más tiempo en Villa Banana sabe que «no vamos a poder salvarnos solos». «En el barrio nos cuidamos de otra forma. Me cuido porque estoy cuidando a mi comunidad, a mi barriada. Es diferente a lo que se ve en otras clases sociales, con las necesidades básicas resueltas, donde la gente se cuida para no enfermarse ellos o su propia familia. Algo más individual», explicó y sentenció: «Sabemos que si el coronavirus llega al barrio puede ser muy grave».
Sobre el final, hizo extensivo el pedido a quienes puedan colaborar con “alimentos no perecederos y productos de limpieza, porque se está complicando mucho conseguirlos».
«Si bien recibimos la ayuda del municipio, si la cuarentena se extiende, tenemos miedo de que cuando empiece a hacer ruido la panza, la gente se alborote y es entendible», advirtió la referente de Aquelarre.